Todo cambia, el tiempo pasa, nos vamos haciendo mayores, las cosas van pasando a nuestro alrededor van cambiando, nosotros vamos cambiando. Todo cambia aunque a veces sea demasiado tarde cuando nos damos cuenta.
Es curioso el tiempo, cuando estamos en un momento increíble, ese que nos gustaría que durase para siempre, acaba en menos de lo que esperamos, y sin embargo, cuando queremos que todo pase rápido, no hay forma de hacer avanzar el reloj. A veces a todos nos gustaría controlar el tiempo, poder ralentizarlo, acelerarlo, adelantarlo o volver hacia atrás. Pero el tiempo es el tiempo, la realidad es así, y a veces las cosas pasan, y no podemos hacer nada para cambiarlas. Pero, ¿qué se hace cuando se arruinó todo? ¿Cuándo nos dimos cuenta de la situación en la que estábamos cuando se era demasiado tarde? Es fácil decir seguir hacia delante, pero ¿cómo se sigue cuando tu mundo se te viene encima? ¿Cuándo sientes que no hay nadie a tu alrededor? Sintiéndote rodeado de mil personas, pero sin nadie a tu lado, cuando estás sola, cuando defraudaste a tu madre, a tus amigos, y cuando la única persona que sentías contigo en esa situación te falla. ¿Cómo se sigue?
Dicen que los cambios son buenos, que cuestan, pero que al final siempre son para mejor. Que cuando una puerta se cierra se abre una ventana, y que nunca es tarde para empezar de cero.
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