Muchas Gracias por las firmas! Me alegro de que os guste!! Hoy Mucho Laliter (L)
Espero opiniones sobre que os parece!
Besitos y espero que os guste! Cuando haya firmitas subo el próximo!
Las cosas que nos atraen son
las que más miedo nos dan, las que nos asustan, nos imponen y las que cuanto
más cerca parecen estar, más nos aterrorizan. Como estar al borde de un
precipicio, del cual, no sabemos que hay al otro lado, pero nos atrae lo oculto,
nos seduce, y nos llama a grito, sabemos que lo queremos pero nos da demasiado
miedo cruzar aquella línea que nos separa de eso que nos aterra y que tanto
deseamos. Pero cuando al fin cruzamos esa línea, es tal la felicidad tras ver
lo fácil que había sido, y que había merecido la pena cruzar esa línea, solo
nos queda reír.
-Feliz cumple, La
Una enorme sonrisa inundó el
rostro de la morocha, que irradiaba felicidad por cada poro, al escuchar esas
palabras, al sentir sobre sus labios, en medio de aquel beso, aquella voz.
Una de las dos manos que la
abrazaban con fuerza por la cintura contra él comenzó a subir, llenándola de
caricias, hasta al subir lentamente los deditos por su cara se deshizo de
aquella venda.
Abrió los ojos con lentitud,
y no pudo evitar sonreír al ver aquella sonrisa arrolladora en sus labios, que
no dejaban de jugar con los suyos con pequeños besos y esos profundos ojos
verdes clavados en los suyos, que parecían tenerla hipnotizada.
La mano de él se deslizaba
por su pelo acariciándolo, llevándola después con cuidado hacia su mejilla, y
acariciándola a la par que volvía a dejar caer sus ojos, y volviendo a
sumergirse en un nuevo beso.
Esta vez sus labios no
necesitaron a penas un poco de presión en los de ella, pues fueron los de esta
los que le abrieron paso y los acogieron, fundiéndose con los suyos en este
nuevo beso.
Si bien aquel primer y corto
beso que le dio hacía a penas unos segundos fue con suma lentitud, ternura,
delicadeza y cuidado, había jugado con sus labios de la misma forma que si ella
fuese una muñequita de cristal, que con el mínimo gesto, un poco más brusco de
la cuenta fuese a romperla. Pero este nuevo, sin perder aquellos mismos
detalles de ternura y suavidad, no pudo evitar dejarse llevar por el deseo que
le producían sus labios, deseo que había provocado la forma con la que ella lo
acogió, por como lo besaba. Ahora podía estar seguro que aquello que le
recorría el cuerpo, no era solo cosa suya, que ella lo necesitaba tanto como él
a ella, y que ese beso estaba haciendo explotar, tanto en uno como en otro, una
bomba de sentimientos que nunca habían experimentado.
Los brazos de ella se
abrazaron a su cuello, como si así le prohibiese una futura separación o huida,
mientras una de sus manos se enredaba por su pelo. Mientras tanto la mano de él
que simplemente antes se apoyaba en su cintura, la rodeó por completo,
pegándola lo máximo posible a él, mientras que la otra, se deslizó de su cara
hasta su cuello, el que investigó con suma delicadeza mediante caricias, antes de
llevar esta mano hasta su espalda, acariciándola de arriba abajo.
Mariposas en el estómago, su
pulso acelerado y aquella sensación de sentirse en una nube. Lali había besado
a pocos chicos en su vida, y aunque la gran mayoría, en un beso lo máximo que
consiguieron fue tensarla y ponerla nerviosa, con el que más había sentido
había sido con su antiguo novio, aquel que dejó atrás antes de llegar acá, y
cuando lo dejó atrás, estaba segura que jamás volvería a sentir lo que sintió
con él, que nadie volvería a hacerla sentir como él, lo que no supo hasta
ahora, es que había alguien que haría que todo lo que sintió y pasó con él, no
fuese ni una minimísima parte de todo lo que estaba sintiendo ahora. Era como
si algo que llevaba esperando años, ahora explotase dentro de ella en su máxima
potencia. Parecía cosa de película, que alguien te bese, y todo se parase,
desapareciese, y que una felicidad inmensa le recorriese todo el cuerpo, que
hiciese que lo único que le importase, desease y necesitase en aquel momento era
él.
Peter pensaba lo sorprendente
que era, que a pesar de la cantidad de besos que había dado en su vida, y la
cantidad de chicas con la vía estado, como nunca había experimentado algo así.
Por más chicas que hubiese besado, por lo general, solo pensaba o en llevársela
a la cama, o en cualquier otra cosa que nada tenía que ver con el momento, y la
única emoción que un beso había conseguido provocarle era excitación. Pero
aquello, era algo nuevo, era como el resto del mundo se hubiese paralizado, y
en aquel momento nada más importaba, nada más existía, que aquel momento en el
que se encontraban, ni el antes ni el después, era el aquí y ahora. Le asustaba
esa sensación que ahora recorría todo su cuerpo, aquella especie de escalofrío
que recorría cada parte de su cuerpo, que hacía que se le erizase la piel, y el
corazón se le acelerase tanto que pareciese que se le iba a salir del pecho.
Sabía que había algo distinto en aquella chica, lo supo desde el día en que la
conoció, pero jamás pensó que con un simple beso pudiese sentir tanto por
alguien, era algo nuevo para él, algo que le asustaba, pero era un sentimiento
hermoso, que le hacía sentir pleno de felicidad.
Los minutos pasaron, aunque
para ellos todo estuviese congelado, nada más existía ni importaba, solo el
uno, el otro y aquel beso, aquellas caricias, aquel momento.
Pero al cabo de un buen rato,
la necesidad de respirar fue más fuerte que la del deseo de ambos. Poco a poco
ese beso fue disminuyendo, pasó de un beso intenso, a uno lento y muy suave, el
que se convirtió en varios besos seguidos, como si por más que quisiesen
separarse para respirar, eran incapaces, como dos imanes, más fuerte que nada.
Cuando uno intentaba separarse un poco, el otro le frenaba con un nuevo beso
corto. Dos inmensas sonrisas relucían en medio de aquel intercambio de besos, y
algunas risas, mientras sus ojos aun seguían cerrados, la frente de él apoyada
sobre la de ella y las caricias, ahora de forma más suave, continuaban, cada
vez más y más leves, hasta que finalmente, él la agarró con algo más de fuerza
y la abrazó contra él.
-¿Pensás tomar como costumbre
eso de secuestrarme? –susurró Lali, con la respiración aun algo entrecortada,
en medio de una pequeña risita divertida.
Peter dejó ver una gran
sonrisa, abrió los ojos encontrándose con su mirada. Primero se mordió el
labio, como si lo pensase, y finalmente asintió antes de dejar un nuevo beso en
sus labios, a los que ahora mirándolos, parecían imposibles de resistir.
-Cada vez que me lo pidas
-¿Y esto lo pedí yo? –arrugó
la nariz, en un gesto divertido
-Obvio, tu mirada me lo pedía
a gritos –respondió él, hablando en aquel tono igual de bajito, y con un tono
de diversión
-¿Ah sí? Mirá vos –alzó las
cejas, asintiendo con la cabeza, mientras deslizaba sus deditos por su pelo -¿Y
que te gritan mis ojos ahora, a ver? –preguntó con diversión, y total
inocencia.
La sonrisa que Peter cargaba
en sus labios aumentó tras escuchar la última pregunta, y no le dio tiempo a
decir nada más cuando la besó de nuevo. Un nuevo beso al que ella respondió
ahogando en este una pequeña risa.
-¡No gritaban eso! –protestó
Lali entre algunas risas cuando al final se separaron de nuevo
-¿Ah no? –Alzó las cejas
haciéndose el sorprendido –bué, me equivoqué, pensé que pedían un beso
-mmm…no –llevó una boquita a
un lado como si pensase, intentando mantenerse seria, pero una sonrisa que
amenazaba con salir la delató, y sin darle tiempo a nada, lo besó –Pedían dos
–susurró sobre sus labios, mostrando después una sonrisa, algo tímida, por cual
sería su reacción
Peter, que si justo algo no
esperaba fue aquello, se quedó colgado del todo con aquel beso que le dio ella,
por lo que tardó un poco en reaccionar hasta que la escuchó. Ladeó la cabeza,
mordiéndose el labio con ternura al mirarla. ¿Quién podía resistirse a algo
así? Soltó su cintura para llevar ambas manos a su cara, agarrándola y comenzó
a llenarle la cara y cuello de besos con una excesiva efusividad, a la que ella
respondió con risas.
-Pará, loco, pará –exclamó
entre risas, abrazándose a su cuello
Peter, sin dejar aquel
reguero de besos, volvió a rodear su cintura con sus brazos, abrazándola y
levantándola en el aire, dando una vueltecita en el aire, antes de depositarla
en el suelo, parando con los besos y simplemente quedándose abrazándola en
silencio.
Lali rodeó su torso con sus
brazos, y se quedó abrazándole en silencio también, apoyando su cara en su
pecho de lado. Entonces fue cuando se dio cuenta de que a pesar de lo que había
parecido en aquel tiempo, el mundo seguía existiendo. Observó en silencio y con
una enorme sonrisa en sus labios aquel suelo totalmente lleno de pétalos de
rosas, y las velas por todos lados de aquella terraza, al aire libre, bajo
aquel cielo tan estrellado. Mientras él, la miraba desde arriba curioso, al ver
que como miraba su sorpresa.
Dejó un beso en su cabeza, y
se despegó de ella para mirarla.
-Se que no es un gran salón,
con mil personas, con clase y todo eso que te gusta a vos, pero que se yo,
pensé que te gustaría la sorpresa –sonrió de ladito, sin estar muy seguro de
aquello, llevándose una manito al pelo despeinándoselo un poco con cierto
nerviosismo.
Lali aprovechando que la
soltó, caminó un poco por aquel sitio, observando cada detalle, mientras le
escuchaba.
-Es hermoso
-Vos sos hermosa –sonrió abrazándola
por la espalda, cruzando sus manos sobre su tripa y dejando un beso en su
cuello.
Lali sonrió, encogiéndose al
sentir aquel beso, notando un nuevo escalofrío por todo su cuerpo. Aun seguía
sin entender aquella especie de vulnerabilidad cuando estaba en sus manos.
-Fue el mejor cumpleaños de
mi vida
-¿Sí? Mirá vos, ¿y por algo
especial? –bromeó, haciéndose el boludo, mirándola desde el lado
-Y… que se yo, por muchas
cosas –encogió los hombros, siguiéndole la broma –Por las chicas que me sorprendieron
esta mañana, en casa también me armaron algo, bué y la fiesta fue increíble, la
comida, la gente, los regalos, nah no sabés todo lo que me regalaron –siguió
boludeando, ella misma sabía lo poco que le había importado todo aquello, y su
tono sarcástico lo indicaba muy bien
-¿Muchos regalos? –preguntó
curioso, dejando a un lado la broma, algo serio
Pero Lali, no se centró en su
pregunta, si no en su tono, y al girar la cara en la caripela que mostraba,
imaginando porqué sería.
-Y por vos, tontito –sonrió
sacándole la lengua, antes de besarle de nuevo
Peter sonrió al escucharla,
aunque no muy animado, su cabeza seguía en otro lado, y ni con el beso volvió.
-Bué, pero contame más de la
fiesta, del cumpleaños, ¿cómo fue? ¿qué te regalaron? –volvió a preguntar,
dándole un beso en la mejilla
-¿Por qué te interesa ahora
tanto? –arrugó la frente con curiosidad, girando la cara hacia él –Qué se yo,
estuvo bien, un poco embole, además ¿qué te voy a contar? Si seguro llevás toda
la fiesta por ahí burlándote de mí
Peter soltó una carcajada al
escucharla, dándole un par de besos más
-¿Viste como sí me pedías que
te rescatara? –le guiñó un ojo, apoyando su cara sobre la suya, en un gesto
tierno -¿Y los regalos?
-¿Qué obsesión tenés con los
regalos? –hizo un gesto con la mano mirándole con diversión –Algo de ropa, unos
tacos también, perfumes, no sé, varias cosas, hay muchos en la sala que ni
abrí, ah y el collar este a juego con la pulsera que me regaló Benja
-Ah, muy lindo –comentó algo
seco, clavando la vista en el collar
A pesar de que Lali no le dio
la mínima importancia a aquello, por la cabeza de Peter pasaron mil cosas.
-¿Por qué tanto lío con los
regalos? ¿me compraste algo? –preguntó alzando las cejas un par de veces, con
un tono divertido
-¿Eh? No, no, nada que ver
–disimuló él, volviendo a soltarla y llevando de vuelta la mano a su pelo,
aquel gesto tan típico en él de nerviosismo
-Dale, pela, ¿seguro? ¿nada
de nada?
-No, La, ya te dije que no
–sonrió intentando sonar lo más creíble posible, llevándose inconscientemente
una manita al bolsillo
Lali arrugó la frente antes
el comportamiento extraño de ahora, más bien por el cambio de actitud.
-Bué, si vos lo decís, te
creo –encogió los hombros, mostrando una pequeña sonrisa, girándose y llevando
las manitas a su cuello
Peter sonrió aliviado de que
ya se le hubiese pasado la idea por la cabeza, y rodeó su cintura con sus
brazos.
-Entonces, ¿vos decís que fui
una de las partes que hicieron que fuera el mejor cumpleaños?
-La mejor –sonrió, rozando su
nariz con la de él, y sin tener tiempo a añadir nada más cuando ya estaban
sumergidos en un nuevo beso.
Pero la idea de Lali estaba
ya fijo, y en medio de aquel beso, llevó su manita al bolsillo de él, tirando
de la cadenita de este
-¡La, no!
-¿Y esto?
Lali,
separándose de él se acercó a la barandilla de aquella terraza, mirando la
cadenita.
-Es
una pavada Lali –suspiró, haciendo una muequita de desagrado – Pensé que te
podría gustar, que se yo, lo vi lindo, pero mirá todo lo que te regalaron, mirá
lo que es ese otro collar ¿te hacés una idea de lo que habrá costado? –se pasó
ambas manos por el pelo, apoyándose de lado en la baranda a su lado –Fue una
mala idea, no debí…
Lali
no dijo nada al escucharle, seguía mirando el collar. Cuando él acabó, se giró
hacia él, y le tendió su collar. Peter lo agarró, soltando un suspiro, debía
habérselo imaginado, era más, se lo llevaba imaginando desde que vio aquel otro
collar ¿cómo iba a competir con toda la plata del otro tarado?
Entonces
Lali llevó sus manos detrás de su cuello, y se quitó el otro collar y lo guardó
en el bolsillo. Después se giró, quedándose de espaldas a Peter, y se apartó el
pelo echándolo hacia un lado.
Peter,
que ya iba a guardar el collar, cuando vio lo que hacía Lali. La miró atónito,
observando cada movimiento. Se mordió el labio sin poder evitar sonreír, dando
un pasito hacia ella. Le puso el collar, y tras abrocharlo, dejó un beso en su
cuello.
-Qué
linda que sos –sonrió abrazándola –pero no hace falta que te lo pongas, La. Enserio,
lo entiendo, como también entiendo que no puedo darte ni la mitad que él y…
Tuvo
que callarse, cuando ella dejó un beso sobre sus labios
-Es
hermoso, al igual que vos –sonrió flojito, llevando la vista a sus ojos –Y vos
me conocés, y me da igual la plata, porque ni toda la plata del mundo puede
comprar el momento que tuvimos, ni pueden igualar a todo lo que sentí en ese
beso, y ningún collar por caro que sea, va a significar para mí lo que esta
llavecita –sonrió rozando su nariz con la suya
Peter
se mordió el labio al escucharla, si se creía que aun no podía volverlo más
loco, se equivocaba. Ni pudo responder, simplemente la giró con cierta rapidez,
con necesidad por volver a tomar sus labios, por besarlos.
-La
llave de mi corazón –sonrió con ternura y algo de diversión, en medio de aquel
beso, volviendo a perderse una vez más en su boca.
Aaay me encanto!! Para mi el mejor cap de momento ya veremos lo k se viene ahora jeje
ResponderEliminarsos una genia :)
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH me encaaaaaannnnnnntaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa más tiernooooooooos imposibleeeeeeeee! masssss noveeeeeeeeeeeeeeeee ♥
ResponderEliminarmaaaaaaaas
ResponderEliminarHERMOSA SUBI MAS LINDA
ResponderEliminarNooooooooooooooooooooooooo me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan jagdjslkfhudujflasfhdjdjkgdlghjfkllsjdjfgjkskldgkghkk
ResponderEliminarSubiiiiiiiiiiiiiiiiii maaaaaaaaaaaaaaaaas!
soy nueva lectora y tu nove me encantaaa
ResponderEliminarmaaaaas
@catelanzani
MMMMMMMMMMMMMMMMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
ResponderEliminarHermosaaaaaaaaaaa me encantaa!
ResponderEliminarSubí el 14 porfavoooor!
EL MEJOR HASTA AHORA LO AMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!
ResponderEliminar(LLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL)
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