martes, 29 de mayo de 2012

Capítulo 11

Muchísimas gracias por las firmas, me alegro de que os guste!! Intentaré subir un cap por día, ahora que tengo más tiempo escribiré más!! Se viene Laliter falta nada!! A firmar a firmar que se viene ya! 
Twitter @Laliter_resiste por si quereis comentar!! Besitoos! (: 


Hacían ya varias horas que los primeros rayos de sol entraron por la ventana y los cubría por completo, pero había sido una noche tan larga que ni la luz del día pudo con ellos. No fue hasta que se escucharon las primeras voces por la casa, que hicieron que el sueño de Lali fuese aflojando, hasta desaparecer del todo. Entreabrió los ojos, mirando con desconcierto la habitación, sin recordar en un primer momento nada, menos dónde estaba, hasta que al querer llevar su mano a sus ojos para despejarse, vio que estaba cautiva. Siguió aquella mano que agarraba la suya, hasta llegar a aquella figura que dormía a su lado. Una sonrisa de forma inconsciente apareció en su boca. Comentó a mover un dedito, de la mano que tenía aferrada a la de él, con pequeñísimas caricias, dejando el tiempo pasar mientras lo miraba. Si de por sí, despierto era hermoso, nadie se podía hacer una idea de lo que era tenerlo ahí, a tan pocos centímetros, tan dormidito, tan tierno. Su mano libre, subió a su cara, y en un gesto inocente, deslizó los deditos por su mejilla con mucho cuidado. Peter, aun demasiado dormido, mostró una sonrisa de forma inconsciente al sentir esas caricias, más dormido aun que despierto, como si aquello aun fuese parte del sueño. Por miedo a que aquel sueño, desapareciese al abrir los ojos, fue que tardó tantos en abrirlos, pero al hacerlo y comprobar que todo fuese real, hizo que su sonrisa aumentase.
-Buen día,  chiquitita – susurró, con una voz bastante ronca de recién levantado, que hizo que la morocha de enfrente sonriese
-Buen día
Un silencio entre miradas se volvió a adueñar de la escena, en momentos así era cuando parecía que las miradas hablaban más que las palabras, y que estas simplemente sobraban.
-¿Dormiste así toda la noche? –susurró Lali al observar que parecía en la misma postura que como recordaba de la noche anterior.
No fue hasta que la escuchó que se percató de aquello, y al intentar moverse fue cuando notó todos sus músculos agarrotados de haber dormido así. Una mueca de dolor se dibujó en su cara, acompañado de un chasquido con la lengua. Intentó moverse, y estirarse, pero no sabía que dolía más. Al tenderse boca arriba, soltándose de ella pudo escuchar como más de un huesosillo crujía. Miró al techo y cerro los ojos, girando el cuello a un lado y al otro
-Estoy bien ¿eh? Esto no es nada –intentó sonar lo más duro posible, aunque su cara, junto a todos sus músculos tensos no decían lo mismo
Lali sonrió, y aprovechó que la liberase para estirarse. Bostezó, estirando los bracitos hacia arriba y dejando escapar un gritito muy similar al de una nena pequeña.
Peter abrió los ojos al escucharla, y giró la cabeza para encontrarse con la imagen. Sonrió mordiéndose el labio, y negó con la cabeza, aguantándose la risa.
-¿De qué te reís?
-De nada, de nada –alzó las manitas, inocentemente –te me parecés a una enana rubia, que ahora estará durmiendo en el cuarto de allá alado –comentó divertido
-¿Y está mal eso señor adulto y maduro? –le cargó sacándole la lengua, mientras se incorporaba, quedándo sentada en la cama
Pero no obtuvo respuesta, en cambio, sitió como unos enormes brazos la rodeaban por la cintura, y la hacían caer encima del pecho de este. La morocha soltó un grito entre risas.
-¿Qué hacés loco? –comentó entre risas, moviendo las piernas en el aire, intentando zafarse de él, pero lo único que logró fue quedar igual pero boca abajo.
Apoyó las manos en su pecho, para quedar incorporada y aumentar la distancia entre ellos, que cada vez parecía tardar menos en acortarse. Y no es que eso le molestase, pero cada vez era más y más difícil resistirse a aquella boca que parecía llamar a gritos a la suya. Pero tenía que ser fuerte.
Deslizó las manitas por su pecho, hasta sus hombros, moviéndolas sobre estos, en un pequeño masaje.
-¿Por qué te quedaste toda la noche así? Mirá como estás ahora
-¿Vos dormiste bien? –Esperó que asintiese ella con la cabeza, para sonreír –entonces da igual como haya terminado yo, mereció la pena
-¿Por?
-Por lo linda que estabas durmiendo
Lali bajó la mirada, notando como sus mejillas se sonrojaban, ¿Quién podía resistirse a algo así? Pero, no, se repitió a ella misma negando
-¿Cuántas?
-¿Cuántas qué?
-¿Cuántas se tragaron el versito en esta misma cama? –alzó las cejas un par de veces
Peter rió negando con la cabeza ante la idea de esta.
-Estás pesadita con el tema ¿eh? –se mordió el labio, mirándola como si pensase, o más bien como si contase –Una
-¿Una?
-Una –asintió –Vos
-Ya –rodó los ojos –No me trago el verso, Lanzani, conozco bien a los tipos como vos
Suspiró, soltando una mano de su espalda, y pasándosela por su cara, antes de mirarla de nuevo
-Si conocés tan bien a los tipos como yo, deberías conocer mejor que un tipo como yo no la rema por un simple rock and roll, si fuese lo único que buscase de vos, al primer corte habría buscado a otra más fácil. Por otro lado, los tipos como yo, no acostumbran a quedarse dormidos así, mirando dormir a una chica, a la que ni le tocó el pelo, por no decir que ni acostumbro a dormir con una chica, me gusta demasiado dormir bien estirado, y además hace calor –hizo una mueca, ante aquel pequeño paréntesis –y si duermo, podés estar segura que sería yo el que se dormiría primero, y la chica la que se vaya aburrida de que no me despierte –aclaró señalando con el dedito su nariz, dándole un toquecito
-¿Y? ¿qué me importa si dormís o no o las minas con las que estés acá?
-Vos preguntaste cuantas –encogió los hombros –¿cuantas han estado esta cama? muchas, ¿Cuántas han dormido acá, conmigo y sin hacer nada? Una, ¿Cuántas miré dormir durante toda la noche? Una ¿Cuántas me han hecho sonreír por la mañana con tan solo verla? Una ¿Con cuantas podría dormir todos los días así? Una –mantuvo unos segundos de silencio, llevando la manita por su cara –vos
Si bien cuando empezó con todo aquel discurso, la cara de Lali era de pocos amigos con el simple hecho de estar imaginando aquello, la sonrisa irónica de su cara se borró cuando empezó con aquellas preguntas y respuestas. Desde aquel primer ‘una’ sintió un nudo en el estómago, un nudo que fue creciendo a medida que avanzaba. Las manos en las que se apoyaba empezaban a perder fuerza, y todo su cuerpo parecía temblar, ¿cómo lo hacía? ¿cómo podía ser tan sumamente tierno? ¿qué era aquella habilidad de hacerle sentir la persona más especial del mundo, por no decir la única? Por más que se repitiese a sí misma como era él, luego al venir con cosas así hacia que todas sus ideas se viniesen abajo. Por más que su cabeza le decía que eran simples versos, que seguramente se los decía a todas, y que acabaría sufriendo, su corazón solo pensaba en lo que sería aquellos labios carnosos, que parecían tenerla hipnotizada. Se sentía una tarada soñando despierta lo que sería estar con él, cómo sería que la besase y la abrazase, pero ese sueño se esfumaba cuando en él aparecía la rubia alta, quitándole el lugar, marchándose con él y dejándola a ella totalmente abandonada y destruida, como al parecer pasaba con todas. Carraspeó, mirando a otro lado.
-Creo, que será mejor que nos levantemos, no quiero imaginarme si se enteran que dormí acá con vos –medio sonrió.
Terminó de incorporarse, cuando la mano de él perdió fuerza al ver la forma de cortar el tema. Pero no fue algo que le enojase, o le entristeciese. Sabía que no era algo fácil, y eso era lo que más le atraía. Si todo tenía que ser despacio, sería, porque aunque remarla no fuese lo suyo, aquello que le ardía dentro del pecho, le aseguraba que merecería la pena.
Peter, sonrió y asintió, levantándose también de la cama, estirándose ahora mejor.
-Ahí está el baño, por si querés darte una ducha, será una buena excusa para cuando pregunten porqué no estabas en el cuarto –sonrió antes de salir del cuarto.

Mientras Lali se daba aquella buena ducha, y seguía debatiendo entre lo que había pasado, lo que pensaba, y aquellos sueños que aparecían por su cabeza de forma inconsciente, cuando estaba despierta; Peter se enfrentó a la imagen que había en la cocina, con tanta gente comiendo de todo. Ya estaban todos sentados desayunando, y no me preguntaron más que dónde estaba Lali, y después de obtener la respuesta, fue como si de nuevo dejase de existir. A la única que tuvo que darle más explicaciones fue a su abuela y su hermana, que al parecer habían pasado la noche conspirando en contra suyo.
Lali apareció al rato por la puerta, con el pelo mojado, y el nuevo conjuntito.
-Buen día familia –exclamó sonriente, con todo el pelo echado a un lado, secándoselo con la toalla.
El único que estaba de pie, Benicio, fue quien se acercó a ella a darle los buenos días
-Buen día enana –besó su cachete -¿dormiste bien?
-Preguntale mejor a su noviecito, más que a ella, al parecer no lo dejó dormir mucho, ¿no viste como entró?
No pudo contestar Lali, cuando Sofi saltó de fondo con justamente aquello
-¿Qué decís nena? Yo si lo dejé dormir –arrugó la frente ante su respuesta, y ante las miradas que ahora tenía encima –Porque no dormí con él –aclaró con rapidez –Además, no es mi noviecito
-Porque vos no querés
Sonó una voz tras de sí, a la vez que unos brazos asomaban por cada lado de su cabeza, abrazándola desde la espalda por los hombros, en cuyas manos se encontraba una tostada, ya untada. No necesitó girarse para ver quien era, simplemente sonrió agarrando la tostada y dándole un bocado
-Y no, no dormimos juntos. Pasa que por la noche si nos entretuvimos, por eso cuando ella se fue a dormir vos ya estarías dormida, Sofi, y por la mañana se levantó temprano para ducharse
Encogió los hombros como si fuese lo más lógico del mundo. Lali echó la cabeza hacia atrás, aun abrazada por aquellos grandes brazos, para encontrarse con la mirada de Peter, quien tras guiñarle un ojo con complicidad le mostró su mejor sonrisa.
Un carraspeo algo exagerado, rompió con aquella nueva conversación de miradas. Ambos dirigieron la mirada a Benicio, que frente a ellos los fulminaba con la mirada
-¿Hacen falta las manitos? –preguntó con el ceño fruncido, con la escena de enfrente -¿Qué se siente siendo casi mayor de edad? –cambió de tema para olvidarse de aquello, y con una sonrisa algo maliciosa
-¿Casi mayor de edad? –preguntó Peter bajando la mirada a ella, con curiosidad
-Eh, sí…¿hace falta hablar de eso Ben?
-Obvio, no todos los días se cumplen 18 ¿o no?
-Si, supongo –comentó Peter algo perdido -¿Cuándo cumplís 18?
-A bueno! Tanta confianza, y no le contaste que mañana cumplís años
-Pará Benicio, por favor –pidió Lali, con seriedad, suplicante
-¿Mañana es tu cumpleaños? –preguntó Peter mirándola, aun sin soltarla, con los ojos bien abierto –Está buenísimo, habrá que celebrarlo ¿o no?
-Tampoco le contaste –continuó Benicio, viendo como su hermana bajaba la cabeza
-¿El qué? –preguntó Peter curioso
-Nada –Casi pisó sus palabras Lali
-Nada –repitió Benicio, notando su metedura de pata. En otra circunstancia no le habría importado soltar todo y hacerlo sentir mal a él, pero por la cara de su hermana algo le decía que no sería él el único que la pasaría mal
-¿Qué nada? –intervino Sofi, que desde la mesa estaba metida en la conversación –Ya que no está invitado mínimo, contale vos, bah, digo, tan amiga que te hacés de él, antes de que se entere por otro lado
-¿De que habla La? –preguntó Peter, bajando la vista a la morocha, ya no con tan buena expresión
-Eso nene, que no te quiso decir nada del cumpleaños porque no estás invitado a la fiesta.
-No es tan así, pela, o sí, pero…-balbuceó, al ver la mirada de Peter sobre ella esperando una explicación –Pasa que fue cosa de Benja, yo no quería ni celebrarlo, pero él se enteró y organizó todo por su cuenta con los chicos, en un salón, una fiesta de largo y…
-Y yo no pinto nada ahí, está todo bien, lo entiendo –apretó los labios, separándose de ella, intentando no mostrar ningún gesto de molestia en su cara, pero le era imposible
-No, no es eso, obvio que pintás, pero no creía que quisieses venir
-¿Para qué? ¿Para estar con un montón de chetos escuchándolos hablar de estupideces? –tomó aire, soltándolo despacio, y negando –Seguro te lo pasás en grande, con los tuyos, te sentirás como pez en el agua –sonrió de lado, con un tono sarcástico, antes de Salir de allí.

7 comentarios:

  1. Pobre peter :( me encanta la noveee!

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  2. Ai noo :( subí maas está buenísima quiero laliter ya pobre peter tanto insistir y ella con el otro

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  3. Me encanta, pero m da mucha pena peter... :(

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  4. Nooooooo pobre mi Peter, amo tu nove segui subiendo♥

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  5. pobrecitooooooooooo!!!!!! Mas noveeee me encntaaaa!!!

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  6. Me encanta la nove

    Me dio lastima peter pero bueno el tambien metio la pata en su momento
    Subi mas
    Besoss

    leti2311

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  7. Los amoooo me encanta la nove subí mas!

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