Capítulo 17

Gracias por las firmas, y me alegro de que os guste!!!

Ya sabéis, +Firmas +Cap's!! Hoy->Laliter (L) 

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Una sonrisa de forma inconsciente inundó el rostro del morocho, y una extraña felicidad le recorrió el cuerpo, ¿cómo podía ser tan tierna? Incluso en un momento así.

-Me conociste a mí –repitió sus palabras, asintiendo, como si por el hecho de repetirlas pudiese comprobar que era tan real como le parecía.

Lali asintió con la cabeza, bajando la mirada, sin percatarse de la sonrisa de Peter, para ella habían sido palabras sin importancia, que no valían nada.

-Pero yo sabía que no me debía quedar. Me debería haber ido cuando tuve la oportunidad, nunca debía caer en esa estúpida fuente

Peter arrugó la frente, saliendo de su colgadez, para dirigir la mirada a Lali, con un gesto para nada amigable en su cara, prefiriendo esperar que continuase antes de saltar con cualquiera, porque de lo que se le venía ahora mismo a la mente, no era nada para nada agradable.

-Nunca nos deberíamos haber conocido, y nunca debía aceptar venir a este colegio. He intentado ocultar todo, y empezar de cero, pero él tenía razón, no puedo empezar de cero, porque todo eso está ahí y lo va a estar siempre, y no se va a poder borrar, y voy a estar condenada toda mi vida a estar sola, y atormentada por todo eso que hice, y sé que tengo que cargar con las consecuencias, y hacerme responsable de mis actos y…

-Y dejar de decir estupideces, Mariana –la interrumpió con una voz seria y ronca, en un tono furioso, mientras clavaba su mirada en ella

-No son estupideces, es la verdad, mentí a todo el mundo, y ahora nadie me va a volver a mirar a la cara, lo sé, ya viví eso. Y habría ocurrido lo mismo si hubiese contado todo de una. Y se empiezo en cualquier otro lado, va a ser lo mismo, tarde o temprano se va a descubrir todo y…

Ni siquiera pudo terminar. Pero estaba vez no por todas las lágrimas que corrían por su mejilla, si no porque Peter, ya cansado de escuchar estupideces, la calló de un beso.

Sus brazos la atrajeron más a él, y su mano se ahuecó en su mejilla, acariciándola y secándole las lágrimas con su dedo que se movía con suavidad sobre esta.

¿Quién podía resistirse a eso? Ella, no. Fue como si automáticamente, al sentir sus labios sobre los suyos, estos actuasen por si solos, y su mente se cerrase por completo. Un beso, y el mundo dejaba de existir.

Peter besaba sus labios con suma delicadeza, y ternura, como cuando se cura una herida, como si con los besos que estaba dejando sobre sus labios, curase todo el dolor que ahora ella sentía.

-Pero… -intentó murmurar Lali, pero sin ni siquiera abrir los ojos, sin moverse ni un milímetro, y sin dejar de responder a cada beso que él le daba

-Pero nada, ¡callate! –ordenó, dejando ver una sonrisa de las suyas, a medida que seguía con sus besos

-Y…-intentó insistir de nuevo ella

-Shuu –Fue lo único que susurró Peter sobre sus labios, antes de convertir todos aquellos besos sueltos que le iba dando en uno más profundo, un beso de los de verdad.

Lali no pudo evitar que una sonrisa surcase sus labios, si aquello era una orden ella no tenía ningún problema en acatarla. Siguió aquel beso de forma inconsciente, ni siquiera era capaz de pensar con claridad, en momentos así su cuerpo parecía actuar solo.

Peter también sonrió, al sentir como la morocha lo hacía, antes de dejarse llevar del todo por aquel beso.

Besos, risas y más besos, así transcurrió la noche, en la que no se dijo ni una palabra más, pues cada vez que uno lo intentaba, era el otro quien lo frenaba de esta forma tan sutil que habían encontrado.

Hasta que pasado un buen tiempo, aquella intensidad de beso fue disminuyendo, hasta volver a los besos iniciales.

Peter dejó un último beso sobre sus labios, y al alejarse, Lali abrió los ojos, dejando los morritos puesto, resaltando su inconformidad, a lo que Peter respondió con una pequeña risita antes de volver a bajar con unos nuevos besos. Lali, respondió con una gran sonrisa, siguiendo estos nuevos besos, llevando esta vez su mano hasta su nuca, para prevenir una futura escapatoria.

-La…-murmuró al rato Peter en medio de aquellos besos, que ahora la morocha le daba sin parar y no le dejaban hablar.

Él abrió los ojos, y sin oponerse en absoluto, sonrió y le siguió cada beso que esta le daba, eso sí, sin rendirse.

-Lali, pará, pará un poco –comentó con diversión, entre aquellos besos –mirame, dale

Lali frunció el ceño, parando con los besos, y abriendo finalmente los ojos, para encontrarse con los de él.

Peter deslizó la mano por su cara, y sonrió, solamente recordando lo destruida que estaba un rato atrás, y la sonrisa que ahora iluminaba toda su cara.

-¿Sabés que sos hermosa?

En otro instante, al escuchar eso la sonrisa de Lali, habría aumentado, pero por la expresión del morocho, algo le decía que no todo había quedado en la charla de antes, y que el beso no era el punto y aparte, que probablemente, había sido un impulso, la única forma que encontró de hacerla sentir mejor. Ahora volvió a su mente todo lo anterior, toda su historia, la mentira de Nico, Candela…

Lali bajo la mirada, entonces Peter, al percatarse del cambio de actitud de Lali, de nuevo, volvió a agacharse.

-¿Te ponés mal porque te diga hermosa? –Susurró a su oído, antes de dejar un beso en el cuello

Lali le miró a penas un instante, y encogió los hombros.

-¿Querés saber algo? –volvió a susurrar, moviendo esta vez la manita por su cara para hacer que esta le mirase –No estás sola –sonrió de forma tierna, antes de depositar un beso en sus labios.

Lali sintió un escalofrío recorriéndole todo el cuerpo, y un fuerte pinchazo en el pecho, sin saber exactamente si era felicidad, miedo, o quien sabe que podía significar a aquellas alturas.

-Pero…

-Shuu...-volvió a murmurar como antes, de aquella forma como si fuese una orden, y sonrió antes de darle otro beso, que al parecer era lo que mejor funcionaba para callarla, al menos durante un pequeño rato –Yo estoy con vos, y lo voy a estar, siempre que vos me dejes

-Pero…no me lo merezco –murmuró bajando la mirada, apoyando de lado la cara en su pecho – te mentí…

-Y te arrepentiste, nadie hace nada de mala y después se pone como vos, La –acarició su pelo, abrazándola contra su pecho –te juro, que prefiero que me mientas mil veces más, antes que volver a verte así

-¿Y mi pasado? –volvió a separarse, para mirarle de frente

-Y… es fuerte, no voy a negar que me impactó –arrugó la nariz, terminando por sonreír con diversión –Mirá lo poquita cosa que sos, y se te ve tan frágil, tan indefensa, que se yo, te miro y me dan ganas de abrazarte, de besarte, de cuidarte…-sonrió llevando una manito a su cara, deshaciéndose de los pechones que caían por su mejilla -¿Quién me iba a decir que tenés casi más calle que yo?

Bromeó él, riéndose, haciendo que una pequeña risa, cargada de inocencia asomase por la boca de Lali.

Entonces Peter agarró su cara con ambas manos.

-Lo que quiero decir, La, es que no me importa lo que haya pasado tiempo atrás, me importa lo que pasó desde el día que te saqué de aquella fuente, la chica que yo conocí, la que me hace reír, con la que la paso bien, la que se escapa conmigo a ferias a pesar de haberla secuestrado, la que necesita que la abrace cuando tiene miedo, la que me besa y hace que el resto de mi mundo desaparezca

-Pero yo soy la misma, la de ahora y la del pasado, y eso no se puede cambiar

-¿Por qué no? ¿Quién lo dice? Vos ya estás cambiando, pasa que no te das cuenta

-¿Y vos sí? –hizo un gestito con la mano, mordiéndose el labio con diversión

-Si –asintió con la cabeza –porque estoy seguro que cuando hiciste todo eso, no lo hacías llorando y sintiendo a que defraudabas o no, y no te sentías mal al recordarlo, como ahora

Lali mantuvo silencio, pensando en sus palabras, tenía razón, pero las cosas estaban hechas, y el arrepentimiento la reconcomía por dentro. Bajó la mirada, pero Peter lo impidió.

-Confiá en mi, en que te saque toda esa culpa, toda esa inseguridad, y toda esa tristeza ¿si?

Lali lo miró insegura, pero sin tiempo a pensar nada, cuando un nuevo beso se adueñó de sus labios.

Tardó en reaccionar ante aquel beso, pues mientras él la besaba, aun sin obtener respuesta, ella estaba sumergida en su mirada, sin entender aun, como podía existir un sentimiento así.

Peter abrió los ojos, y sonrió en medio de aquellos besos, entonces Lali rozó su nariz con la de él, antes de cerrar los ojos, dejar el peso de su frente sobre la de él, y acoger sus labios con los suyos en medio de aquel beso.

Sin tardar mucho esta vez en el beso, separándose de él, y abrazándole, con todas sus fuerzas, dejando caer su peso sobre él y hundiéndose en su pecho, ese que le daba tanto y calor y amor, y que le hacían sentirse la persona más feliz del mundo.

Él la observó cuando se separó, y sonrió cuando se abrazó a él, apretando sus brazos con fuerza a su alrededor, depositando un beso en su cabeza, antes de dejar caer la suya sobre esta.

-¿Y Candela? –preguntó Lali, bajito, tras unos minutos así

-Y…Candela –Peter se llevó una manita al pelo, despeinándolo con nerviosismo, mientras pensaba en la mejor manera de aclarar su metedura de pata –Es una larga historia…