Ni siquiera llevaba un mes
allí y ya tenía un día de expulsión, ¡buenísimo! No sabía qué había sido peor,
si todo el bardo que se armó en la clase el director cuando le avisó el profesor que los encontró bajo la
mesa ASÍ, o el que se había formado en casa después, con aquella nueva normal
de ‘prohibido acercarse a ese chico’.
La clase ya estaba empezada
cuando llegó, con rapidez se sentó alado de su amiga Candela. Esta la observó
en silencio, pero como era ya tan típico, no tardó mucho en romperse.
-¿Es cierto lo que dices?
Lali arrugó la nariz,
mostrando una expresión de miedo en su cara. Ya se habría corrido la voz, al final
se iba a ganar una buena fama de ir haciendolo por todos los rincones del
colegio.
-Antes que digas nada ¡No
pasó nada! –la señaló con el dedito
-¿Pasar de qué? Entrar a
robar, ¿te parece que no es pasar?
-¿Entrar a qué? –exclamó Lali
sin entender todo en un primer momento, pero tras atar piezas, era más lógico
pensar que se colaron en una clase para robar un examen no para…
Negó con la cabeza, sacándose
esa imagen que se le acababa de venir, todo aquello la estaba volviendo loca,
¿cuándo se le habían venido pensamientos así a la cabeza? ¿a ella?
-Claro… fue un error lo sé, y
ni siquiera recuperé mi cel –hizo una mueca, apoyando un codo en la mesa, y
apoyando la cara en este después de echarle un vistazo a la clase,
encontrándose con una sonrisa a lo lejos que hizo que le diese un respingo el
corazón
-¿Por qué sonreís así? ¿Por
perder tu cel? –preguntó Cande burlona, mirando hacia atrás y luego a ella
-¿Qué onda con Peter? ¿Se amigaron?
-¿Qué? No, nada que ver ¿qué
amigar? Para amigarse, antes hay que ser algo
-Ya
-¿Ya qué, boluda? –preguntó
mostrando una sonrisa divertida en su cara, tirándole un papelito
-Que disimulás muy mal –le sacó la lengua tirándole otro –Te
morís por él, te morís por él, te morís por él –canturreó, subiendo cada vez más
el tono
Lali en medio de unas risas
que no pudo evitar le tapó la boca con rapidez a su amiga, metiéndole un
papelito dentro
-Callate loca –comentó entre
risas –Ni si quiera me gusta, no es mi tipo, ya fue –intentó sonar lo más
convincente posible, a pesar de que la mirada se le desviase hacia las últimas
filas de vez en cuando
-A mirá vos, ¿no es tu tipo?
¿y quien es tu tipo? ¿Amadeo? –preguntó burlona, soltando una risa
-Mirá, alo mejor sí ¿Quién te
dice? –respondió, volviendo a ese intento de parecer convincente, pero las
risas eran imposibles de evitar
-Nah, me estás diciendo que
¿preferís al papa frita del rubio, antes que al papasito de Lanzani? –alzó las
cejas mirándola como si fuese obvio
-¿Qué papasito? –le dio un
empujón en el brazo, riendo esta vez algo más forzada, recordando la bromita
del ‘noviazgo’ –Si no te cae bien, no decías que él y sus amigos eran lo menos,
y tal tal tal
-Nah, y qué tiene, que seas
como quiera, pero si se parte solo, ¿Quién no estaría con un tipo así?
Aquel comentario ya no le
hizo tanta gracia a Lali, porque sabía que tenía razón, ella misma pensaba eso.
Pero tampoco pensaba que sus amigas lo pensasen, siempre, desde que llegó solo
había escuchado hablar mal de aquel grupo, pero claro que hablasen mal no quería
decir que más de una estuviese deseando que uno de esos chicos malos las sacase
del camino. Las chicas buenas querían un chico malo que les diese vuelta a
todo. No era ella la única a la que le gustaba sentir aquello, por más que
significase meterse en más de un lío, merecía la pena. Pero ahora no estaba
segura hasta que punto no le gustaba aquello de no ser la única.
El timbre tocó al final,
cambio de clase, se puso en pie, y comenzó a amontonar los libros, ahora tenía
que ponerse al día con todo. Las chicas estaban a su alrededor ofreciendo
ayuda, pero ahora ya no estaba de ánimos.
Como buena cabezona que era,
agarró la montaña de libros ella sola, y al incorporarse y girarse, se chocó
con la primera persona que iba pasando por el pasillo, haciendo que todos los
libros callesen al suelo.
-Buenísimo, ¿Es qué nada más
hay inútiles en esta clase? –Exclamó
Entonces escuchó una risa,
entre aquel silencio que habían dejado sus amigas, y al alzar la vista tuvo que
encontrarse nada más y nada menos que con él, y sus profundos ojos verdes, y su
sonrisa compradora dibujada en la cara.
Ni siquiera tuvo tiempo a
reaccionar, para cuando pudo hacerlo él ya había recogido sus libros, y los
había depositado en la mesa.
-Tené más cuidado, la próxima
vez. No vaya a ser que te lástimés, chiquita –sonrió comprador, y rozó su cara
con el pulgar, guiñándole un ojo
Lali sonrió de forma
inconsciente y asintió, podía ser que ¿aquel enojo se le pasase tan rápido? Sí,
podía, y también podía que volviese nada más ver como todas comentaban sobre
eso, y alguna que otra soltó comentarios sobre que también necesitaba ayuda con
sus libros.
Salieron de clase y el día
transcurrió, para unas la noche llegó antes de lo esperado, para otra, una en
concreto, el día se hizo eterno.
La puerta del cuarto se
abrió, y rochi entró con dos pelis en la mano, el resto de chicas estaban
tiradas entre la cama de Candela y el suelo, entre cotilleos, risas y demás.
Había ratos en los que Lali
se unía a ellas, otros en los que estaba más ausente.
-¿Venís Lali? –preguntó Rochi
-Eh, ¿qué? –salió de sus
pensamientos, incorporándose en la cama, y mirando a las chicas que tenían
puesta su atención en ella
-Ro dice de irnos al cuarto
de alado, al de ella a ver las pelis en la pantalla que le trajeron nueva –repuso
Candela
-¿Pelis? –preguntó dudosa
–Bué, está bien, igual, ¿me dejás tu cel antes?
-¿El mío? ¿Para qué?
-Quiero hacer una llamadita
–puso su mejor sonrisa de inocente, y cruzó los deditos en forma de súplica
-Está bien –suspiró, abriendo
la puerta de cuarto y tirándole el cel –no tardés, te esperamos allí, si no,
¡vendré por vos! –le advirtió señalándola con el dedito antes de salir y cerrar
Lali agarró rápido el
teléfono, y se puso a marcar
-¿Sí?
-¿Peter?
-Si, ¿Quién habla?
-Nah, que rápido me olvidaste
–bromeó soltando una pequeña risita, que fue respondida con otra al otro lado
del teléfono
-¿Y este cel?
-Es de Cande
-¿Está ahí con vos?
-No, está con las chicas
viendo una película en el cuarto de Rochi
-¿Y vos no pensás ir?
-Sí, va supongo, ahora iré,
¿tenés prisa por que te cuelgue? –se dejó caer en la cama de espaldas, sin
poder evitar una sonrisita
-Y… no sé, pensaba irme a la
cama
-¿Ya? ¿No es un poco
temprano?
-Pasa que no tuve muy buen
día, pensé en dormir ya y que mañana fuese mejor
-¿Y eso? ¿qué pasó?
-Vos lo sabés muy bien
–escuchó después de un silencio
-¿Yo?
-Si, vos –hizo una pausa
–adiviná a quien no vi en todo el día
-Mmm… -sonrió -¿A Ceci?
-A vos tontina
-Pero si nos vimos en clase
-No ese ver –se escuchó un
silencio, y luego un golpe, como si se hubiese echado en la cama –Te extraño
-Mentira –respondió con
rapidez y diversión, mordiéndose el labio para no reirse
-¿Qué mentira? –se escuchó
como si se levantase de golpe
-Mentira, si de verdad me
extrañases, habría hecho algo para venir a verme
-A bueno, ¿y vos no tenés
patitas?
-Y… -hizo otra pausa, un
silencio bastante más largo -¿No venís a darme un besito de las buenas noches?
-Cómo sos –comentó sin poder
evitar riéndose -¿Sabés que de tu cuarto al mío hay el mismo camino ¿no? ¿por
qué tengo que ir yo?
-Y…porque por allá estan los
chicos, porque no me puedo meter en más lios y a vos seguro no te pillan,
porque acá no hay nadie y porque te lo pido yo –bajó el tono a lo último
-¿Venís?
Entonces se escuchó un
silencio en el teléfono, y sonó la puerta, haciendo que se sobresaltase. Se
levantó con rapidez de la cama y al abrir la puerta, ahí estaba él, con el
teléfono aun pegado a la oreja, apoyado en el marco de esta, con su típica
sonrisa en los labios, y únicamente vestido con unas calzonas. Lali se mordió
el labio sonriendo apoyando las manos en la puerta, y la cara en el marco de
esta.
-¿Puedo pasar?
Lali, arrugando la nariz,
como haciendo la que pensaba, terminó por asentir, mostrando una sonrisa en sus
labios. Dio un par de pasitos a un costado, apoyándose en la pared, y apartando
los bracitos de la puerta.
Él entró, y cerró la puerta
tras de sí, después la miró, y se acercó lentamente
-Buenas noches –sonrió
llevando una manita hasta su cara, deslizando los dedos por esta, a la vez que
se acercaba lentamente, hasta dejar un beso sobre sus labios.
Se separó de ella y mostrando
una sonrisa sobre sus labios comenzó a caminar por la habitación observando
todo.
La sonrisa de colgadez de
Lali desapareció en el momento en que él se separó
-¿Solo eso? –preguntó en alto
Notó como su cara se ponía
roja, cuando él la miró con aquella sonrisa burlona en su cara y aquella risa.
-No dije nada ¿eh? –aclaró
cuando vio como él, comenzó a acercarse de nuevo a ella peligrosamente
-¿No? –preguntó ya sobre sus
labios, negando con la cabeza haciendo que su nariz rozase con la de ella
Entonces de nuevo no pudo ni
hablar, volvía a aquel estado de colgadez, en que le era imposible ni siquiera
pensar con claridad. Simplemente negó con la cabeza, haciendo el mismo gesto
que él.
Peter sonrió triunfador, y
llevando una manita a su nuca, y la otra apoyada en la parte baja de su
espalda, volvió a besarla, está vez SÍ, dándole un beso de verdad, un buen
beso, que sin duda la dejaría sin aliento.
Lali notó como su corazón
daba un tumbo, y comenzaba a latir con rapidez a causa de aquel beso, que de
daban, por más que pareciese que se estaban devorando. Sus brazos se enredaron
en su cuello, y sus dedos por su pelo. La mano de él de su nuca, se deslizó por
su espalda hasta encontrar su otra mano, entonces bajaron aun más y la alzó en
el aire, pegándola contra él. Lali pegó un pequeño saltito, y enredó sus
piernas en su cintura.
Caminó con ella hasta la
cama, sentándose como pudo, ayudándose de su mano. Se apoyó de espaldas a la
pared, sin dejar en ningún segundo de besarla, o de acariciarla. Ella siguió
igual, a parte de algunas risas en medio de aquel beso, cuando al sentarse
estuvieron a punto de caer un par de veces.
-Esto si es un beso de buenas
noches –comentó ella en medio de aquel beso, con algunas risas, con la voz algo
entrecortada, aprovechando ahí para tomar aire
A él no le quedó otra que
reir al escucharla, separándose muy a su pesar para darla respirar, y poder
tomar él tambíen aire. Aunque no fue muy capaz de cesar con los besos. A pesar
de ya no estar centrado en su boca, comenzó a llenarla de besos por todos
lados, de forma lenta, y tierna.
-Pará, pará un poco loco
–comentó entre risas, cuando comenzó con todos aquellos besos, aun sintiéndose
algo cortada
Él negó y siguió y ella
empezó a echarse hacia atrás, en un intento de esquivar los besos entre risas.
-Nah, no me podés pedir que
pare, ¡no podés! –Comentó divertido, casi como si fuese una orden, dejando un último
beso en su nariz –Llevo todo el día queriendo darte un beso, y sin poder por tu
ideita, sabé que ahora me los debés todos –asintió muy seguro, mirándola como
si fuese obvio
-Nah, que cara dura que sos
–hizo un gestito con la mano, abriendo la boca con diversión –Si fue tu idea,
¿qué te voy a deber yo? Sos vos a mi el que me debe
-¿Entonces de qué te quejás?
–Sonrió comprados, volviendo a dejar un par de besos sobre sus labios -¿Te debo
pero decís que pare? No sos coherente, petiza, sabelo –comentó con diversión
-Porque venís demasiado
lanzado, ¡ni siquiera me das tiempo a reaccionar! –le retó, sin poder
mantenerse seria
-¡Porque te extraño! –exclamó
alzando las manos, y sonriendo después -¿vos no?
Lali sonrió, mordiéndose el
labio, todo lo que tenía de lanzado y de rápido, lo tenía de tierno, era una
perfecta mezcla de todo, y ahí es dónde entrada su miedo. Asintió con la cabeza
y lo beso, de forma tierna y con suma lentitud
-Te extrañé, mucho mucho
mucho –murmuró dejando un beso tras cada palabra, y abrazándole después
Peter sonrió y la rodeó con
sus brazos, dejando un beso en su cabeza y acariciando su pelo
-¿Te retaron mucho en casa?
-Y… -encogió los hombros,
soltando un suspiro antes de asentir con la cabeza –Mi viejo me prohibió
acercarme a vos –comentó con diversión, soltando una risita antes de mirarle
–sos re mala influencia para mí ¿sabías?
-¡A bueno! Nah, ahora es
culpa mía, todo es mi culpa –comentó dramático –Si ni me conoce tu viejo,
¿enserio te lo prohibió? –siguió colgado en el tema, sin poder evitar sonreír
con cierta picardía –re mala –repitió soltando una risita antes de robarle un
par de besos seguidos
-Pasa que el director habló
con ellos y…
-De tal palo tal astilla
–bufó, echándose hacia atrás
-Bué, pará, acá Benja no tuvo
nada que ver
-Dejame ponerlo en duda
–protestó y rodó los ojos, centrando la vista en otro lado –Estoy seguro que tu
Benja –imitó su tono de voz, aunque algo más chillón y cursi, haciendo una
mueca después –me tiró todo a mí delante de su viejo, y su viejo al tuyo
-No es mal tipo, solo me
estaba haciendo un favor, vos fuiste el que te metiste allá
-A buenísimo, ¿sabés que sí?
Un favor quería hacerte, y no estoy hablando de ningún celular –la miró como si
fuese obvio -ahora la culpa va a ser mía, encima
-¿Peor qué decís? –negó con
la cabeza sacándose esa imagen de la cabeza -¿Por qué se tienen que llevar tan
mal?
-Porque no me gusta, que un
tarado con cara de nada, que ni existe, le tire los trastos a MI novia –le dio
con el dedo en la nariz antes de cruzar los brazos
-¿Tu qué? –preguntó con
diversión sin poder evitar sonreir
-Mi novia –sonrió un instante
–y no sabés lo que me jode, que te pasés todo el día con él; él con ilusiones
de que de verdad hay algo entre vosotros, y yo te tenga que besar a escondidas
–suspiró descruzando los brazos – No sabés lo que me gustaría agarrarte
–pasando los brazos por su cintura –delante de él, bah y de todo el idiota que
se crea lo mismo, y decirle bien claro, ¿la ves? Pues es MI novia, y darle con
todas sus palabras, ego, falsas ilusiones o como quiera llamarlas en su cara
–asintió, apretando los labios, como si viese la escena ahí mismo
Lali se mordió el labio
divertida, ante toda la historia del otro que le daba vueltas por la cabeza, y
no porque le gustase la idea de hacerle pasar a Benjamín por eso, si no porque
algo parecido se le había venido aquella mañana a la cabeza cuando escuchó a
todas las chicas con sus comentarios sobre los libros.
-Me gusta como suena lo de
novia, novio –fue lo único que añadió a la historia, y tras mostrarle una
sonrisa, le besó
Peter sonrió, sin negarse
para nada a aquel beso que siguió al toque. Y de un momento al otro, todo aquel
enojo desapareció. Pero el beso no duró tanto como quiso, pues ella no tardó
mucho en abandonar sus labios. Pero él, tomó otra ruta, y siguió con sus besos
por el cuello.
Lali soltó una pequeña
risita, algo en ella ya se esperaba aquello, y casi lo extrañaba, estaba
empezando a acostumbrarse a sus besos, a sus caricias, y a cogerles el gusto.
-¿No te rendís nunca, vos?
–preguntó divertida, apoyando su cara de lado en su hombre
Peter rió y negó con la
cabeza, apartando el pelo de aquel lado que tenía tan bien a su alcance, y
siguiendo con sus besos.
-¿A vos no te retaron por la
expulsión?
-Y…decí que cuando le conté a
la abu el motivo, no se lo tomó tan mal –soltó una pequeña risita
-¿Le contaste todo? –Lali se
separó, mirándole mordiendose el labio
-Si, ¿qué tiene?
-Que era clandestino
-Es mi abuela, La, le cuento
todo –sonrió dejando un beso sobre sus labios
Pero Lali se apartó un poco
de él
-Nah, me muero de vergüenza,
¡no voy a poder mirarla más a la cara!
-No seas tonta, vení –la
agarró, tirando de ella, por encima de él, haciendo que callese tumbada a su
lado, aunque las piernas quedaron por encima de las de él –No pasa nada porque
ella sepa. Además, te adora, y está re feliz, por mí; bah, por nosotros
-¿Seguro?
Él asintió, e intentó besarla
pero ella esquivó el beso moviendo la cara, soltando una pequeña risita, cuando
vio como acababa besando el colchón. Él la miró mordiéndose el labio para no y
fue a darle otro beso, pero esta repitió la acción. Peter rió, negando con la
cabeza. Entonces llevó sus manos y agarró su cara, sonriendo con cancherismo,
comenzando a besarla por todas partes de la cara y cuello y sobre todo algún
que otro, bastante apasionado sobre su boca entre risas
-Ahora si que no te escapás
–comentó divertido en medio de aquellos besos
Ella gritó entre risas, esta
vez sin poner ninguna resistencia a aquellos besos
SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
ResponderEliminaraii tu nove es lo más. soy peter lanzani gracias por todo,besos ;)
ResponderEliminar¡Candeeeela! Sí, que sea Candela la que los vio y no alguien con enrosques raros (?)
ResponderEliminarÉste no me gustó, me encantó (L) No sé, son más cuchis así que no con Peter todo calenchu... JAJAJAJA. Y otro tanto a tener en cuenta:
- ¿Y quien es tu tipo? ¿Amadeo?
+ NO
¡Listo! Todos contentos (?) ♥ Y sí, ahora ya me voy a descolgar porque sino hoy ni una cosa ni la otra...
Cande? Rochi ? el papa de Lali? UHHHH, más noveee! me encanta. ee vamos con el pan y agua. (? jajajajaja. Espero el proximo cap! besote ♥
ResponderEliminarQue lindos que son
ResponderEliminaryo amo esa historia quiero mas mas dale :D
Besos @Teen_Angels94
:O subi mas me mato
ResponderEliminarme encanta tu nove es lo mas!!
ResponderEliminarespero el siguiente cap :)
jajaja un amor
ResponderEliminarseguro es cande la q entro jajaja
kiero mas
besos @Ari_StaFe
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah, me encanta tu novela! me la lei toooooooda! segui haci!
ResponderEliminar