miércoles, 20 de junio de 2012

Capítulo 24







Ni siquiera llevaba un mes allí y ya tenía un día de expulsión, ¡buenísimo! No sabía qué había sido peor, si todo el bardo que se armó en la clase el director cuando  le avisó el profesor que los encontró bajo la mesa ASÍ, o el que se había formado en casa después, con aquella nueva normal de ‘prohibido acercarse a ese chico’.

La clase ya estaba empezada cuando llegó, con rapidez se sentó alado de su amiga Candela. Esta la observó en silencio, pero como era ya tan típico, no tardó mucho en romperse.

-¿Es cierto lo que dices?

Lali arrugó la nariz, mostrando una expresión de miedo en su cara. Ya se habría corrido la voz, al final se iba a ganar una buena fama de ir haciendolo por todos los rincones del colegio.

-Antes que digas nada ¡No pasó nada! –la señaló con el dedito

-¿Pasar de qué? Entrar a robar, ¿te parece que no es pasar?

-¿Entrar a qué? –exclamó Lali sin entender todo en un primer momento, pero tras atar piezas, era más lógico pensar que se colaron en una clase para robar un examen no para…

Negó con la cabeza, sacándose esa imagen que se le acababa de venir, todo aquello la estaba volviendo loca, ¿cuándo se le habían venido pensamientos así a la cabeza? ¿a ella?

-Claro… fue un error lo sé, y ni siquiera recuperé mi cel –hizo una mueca, apoyando un codo en la mesa, y apoyando la cara en este después de echarle un vistazo a la clase, encontrándose con una sonrisa a lo lejos que hizo que le diese un respingo el corazón

-¿Por qué sonreís así? ¿Por perder tu cel? –preguntó Cande burlona, mirando hacia atrás y luego a ella -¿Qué onda con Peter? ¿Se amigaron?

-¿Qué? No, nada que ver ¿qué amigar? Para amigarse, antes hay que ser algo

-Ya

-¿Ya qué, boluda? –preguntó mostrando una sonrisa divertida en su cara, tirándole un papelito

-Que disimulás muy  mal –le sacó la lengua tirándole otro –Te morís por él, te morís por él, te morís por él –canturreó, subiendo cada vez más el tono

Lali en medio de unas risas que no pudo evitar le tapó la boca con rapidez a su amiga, metiéndole un papelito dentro

-Callate loca –comentó entre risas –Ni si quiera me gusta, no es mi tipo, ya fue –intentó sonar lo más convincente posible, a pesar de que la mirada se le desviase hacia las últimas filas de vez en cuando

-A mirá vos, ¿no es tu tipo? ¿y quien es tu tipo? ¿Amadeo? –preguntó burlona, soltando una risa

-Mirá, alo mejor sí ¿Quién te dice? –respondió, volviendo a ese intento de parecer convincente, pero las risas eran imposibles de evitar

-Nah, me estás diciendo que ¿preferís al papa frita del rubio, antes que al papasito de Lanzani? –alzó las cejas mirándola como si fuese obvio

-¿Qué papasito? –le dio un empujón en el brazo, riendo esta vez algo más forzada, recordando la bromita del ‘noviazgo’ –Si no te cae bien, no decías que él y sus amigos eran lo menos, y tal tal tal

-Nah, y qué tiene, que seas como quiera, pero si se parte solo, ¿Quién no estaría con un tipo así?

Aquel comentario ya no le hizo tanta gracia a Lali, porque sabía que tenía razón, ella misma pensaba eso. Pero tampoco pensaba que sus amigas lo pensasen, siempre, desde que llegó solo había escuchado hablar mal de aquel grupo, pero claro que hablasen mal no quería decir que más de una estuviese deseando que uno de esos chicos malos las sacase del camino. Las chicas buenas querían un chico malo que les diese vuelta a todo. No era ella la única a la que le gustaba sentir aquello, por más que significase meterse en más de un lío, merecía la pena. Pero ahora no estaba segura hasta que punto no le gustaba aquello de no ser la única.

El timbre tocó al final, cambio de clase, se puso en pie, y comenzó a amontonar los libros, ahora tenía que ponerse al día con todo. Las chicas estaban a su alrededor ofreciendo ayuda, pero ahora ya no estaba de ánimos.
Como buena cabezona que era, agarró la montaña de libros ella sola, y al incorporarse y girarse, se chocó con la primera persona que iba pasando por el pasillo, haciendo que todos los libros callesen al suelo.

-Buenísimo, ¿Es qué nada más hay inútiles en esta clase? –Exclamó

Entonces escuchó una risa, entre aquel silencio que habían dejado sus amigas, y al alzar la vista tuvo que encontrarse nada más y nada menos que con él, y sus profundos ojos verdes, y su sonrisa compradora dibujada en la cara.
Ni siquiera tuvo tiempo a reaccionar, para cuando pudo hacerlo él ya había recogido sus libros, y los había depositado en la mesa.

-Tené más cuidado, la próxima vez. No vaya a ser que te lástimés, chiquita –sonrió comprador, y rozó su cara con el pulgar, guiñándole un ojo

Lali sonrió de forma inconsciente y asintió, podía ser que ¿aquel enojo se le pasase tan rápido? Sí, podía, y también podía que volviese nada más ver como todas comentaban sobre eso, y alguna que otra soltó comentarios sobre que también necesitaba ayuda con sus libros.

Salieron de clase y el día transcurrió, para unas la noche llegó antes de lo esperado, para otra, una en concreto, el día se hizo eterno.

La puerta del cuarto se abrió, y rochi entró con dos pelis en la mano, el resto de chicas estaban tiradas entre la cama de Candela y el suelo, entre cotilleos, risas y demás.
Había ratos en los que Lali se unía a ellas, otros en los que estaba más ausente.

-¿Venís Lali? –preguntó Rochi

-Eh, ¿qué? –salió de sus pensamientos, incorporándose en la cama, y mirando a las chicas que tenían puesta su atención en ella

-Ro dice de irnos al cuarto de alado, al de ella a ver las pelis en la pantalla que le trajeron nueva –repuso Candela

-¿Pelis? –preguntó dudosa –Bué, está bien, igual, ¿me dejás tu cel antes?

-¿El mío? ¿Para qué?

-Quiero hacer una llamadita –puso su mejor sonrisa de inocente, y cruzó los deditos en forma de súplica

-Está bien –suspiró, abriendo la puerta de cuarto y tirándole el cel –no tardés, te esperamos allí, si no, ¡vendré por vos! –le advirtió señalándola con el dedito antes de salir y cerrar

Lali agarró rápido el teléfono, y se puso a marcar

-¿Sí?

-¿Peter?

-Si, ¿Quién habla?

-Nah, que rápido me olvidaste –bromeó soltando una pequeña risita, que fue respondida con otra al otro lado del teléfono

-¿Y este cel?

-Es de Cande

-¿Está ahí con vos?

-No, está con las chicas viendo una película en el cuarto de Rochi

-¿Y vos no pensás ir?

-Sí, va supongo, ahora iré, ¿tenés prisa por que te cuelgue? –se dejó caer en la cama de espaldas, sin poder evitar una sonrisita

-Y… no sé, pensaba irme a la cama

-¿Ya? ¿No es un poco temprano?

-Pasa que no tuve muy buen día, pensé en dormir ya y que mañana fuese mejor

-¿Y eso? ¿qué pasó?

-Vos lo sabés muy bien –escuchó después de un silencio

-¿Yo?

-Si, vos –hizo una pausa –adiviná a quien no vi en todo el día

-Mmm… -sonrió -¿A Ceci?

-A vos tontina

-Pero si nos vimos en clase

-No ese ver –se escuchó un silencio, y luego un golpe, como si se hubiese echado en la cama –Te extraño

-Mentira –respondió con rapidez y diversión, mordiéndose el labio para no reirse

-¿Qué mentira? –se escuchó como si se levantase de golpe

-Mentira, si de verdad me extrañases, habría hecho algo para venir a verme

-A bueno, ¿y vos no tenés patitas?

-Y… -hizo otra pausa, un silencio bastante más largo -¿No venís a darme un besito de las buenas noches?

-Cómo sos –comentó sin poder evitar riéndose -¿Sabés que de tu cuarto al mío hay el mismo camino ¿no? ¿por qué tengo que ir yo?

-Y…porque por allá estan los chicos, porque no me puedo meter en más lios y a vos seguro no te pillan, porque acá no hay nadie y porque te lo pido yo –bajó el tono a lo último -¿Venís?

Entonces se escuchó un silencio en el teléfono, y sonó la puerta, haciendo que se sobresaltase. Se levantó con rapidez de la cama y al abrir la puerta, ahí estaba él, con el teléfono aun pegado a la oreja, apoyado en el marco de esta, con su típica sonrisa en los labios, y únicamente vestido con unas calzonas. Lali se mordió el labio sonriendo apoyando las manos en la puerta, y la cara en el marco de esta.

-¿Puedo pasar?

Lali, arrugando la nariz, como haciendo la que pensaba, terminó por asentir, mostrando una sonrisa en sus labios. Dio un par de pasitos a un costado, apoyándose en la pared, y apartando los bracitos de la puerta.
Él entró, y cerró la puerta tras de sí, después la miró, y se acercó lentamente

-Buenas noches –sonrió llevando una manita hasta su cara, deslizando los dedos por esta, a la vez que se acercaba lentamente, hasta dejar un beso sobre sus labios.

Se separó de ella y mostrando una sonrisa sobre sus labios comenzó a caminar por la habitación observando todo.
La sonrisa de colgadez de Lali desapareció en el momento en que él se separó

-¿Solo eso? –preguntó en alto

Notó como su cara se ponía roja, cuando él la miró con aquella sonrisa burlona en su cara y aquella risa.

-No dije nada ¿eh? –aclaró cuando vio como él, comenzó a acercarse de nuevo a ella peligrosamente

-¿No? –preguntó ya sobre sus labios, negando con la cabeza haciendo que su nariz rozase con la de ella

Entonces de nuevo no pudo ni hablar, volvía a aquel estado de colgadez, en que le era imposible ni siquiera pensar con claridad. Simplemente negó con la cabeza, haciendo el mismo gesto que él.
Peter sonrió triunfador, y llevando una manita a su nuca, y la otra apoyada en la parte baja de su espalda, volvió a besarla, está vez SÍ, dándole un beso de verdad, un buen beso, que sin duda la dejaría sin aliento.
Lali notó como su corazón daba un tumbo, y comenzaba a latir con rapidez a causa de aquel beso, que de daban, por más que pareciese que se estaban devorando. Sus brazos se enredaron en su cuello, y sus dedos por su pelo. La mano de él de su nuca, se deslizó por su espalda hasta encontrar su otra mano, entonces bajaron aun más y la alzó en el aire, pegándola contra él. Lali pegó un pequeño saltito, y enredó sus piernas en su cintura.
Caminó con ella hasta la cama, sentándose como pudo, ayudándose de su mano. Se apoyó de espaldas a la pared, sin dejar en ningún segundo de besarla, o de acariciarla. Ella siguió igual, a parte de algunas risas en medio de aquel beso, cuando al sentarse estuvieron a punto de caer un par de veces.

-Esto si es un beso de buenas noches –comentó ella en medio de aquel beso, con algunas risas, con la voz algo entrecortada, aprovechando ahí para tomar aire

A él no le quedó otra que reir al escucharla, separándose muy a su pesar para darla respirar, y poder tomar él tambíen aire. Aunque no fue muy capaz de cesar con los besos. A pesar de ya no estar centrado en su boca, comenzó a llenarla de besos por todos lados, de forma lenta, y tierna.

-Pará, pará un poco loco –comentó entre risas, cuando comenzó con todos aquellos besos, aun sintiéndose algo cortada

Él negó y siguió y ella empezó a echarse hacia atrás, en un intento de esquivar los besos entre risas.

-Nah, no me podés pedir que pare, ¡no podés! –Comentó divertido, casi como si fuese una orden, dejando un último beso en su nariz –Llevo todo el día queriendo darte un beso, y sin poder por tu ideita, sabé que ahora me los debés todos –asintió muy seguro, mirándola como si fuese obvio

-Nah, que cara dura que sos –hizo un gestito con la mano, abriendo la boca con diversión –Si fue tu idea, ¿qué te voy a deber yo? Sos vos a mi el que me debe

-¿Entonces de qué te quejás? –Sonrió comprados, volviendo a dejar un par de besos sobre sus labios -¿Te debo pero decís que pare? No sos coherente, petiza, sabelo –comentó con diversión

-Porque venís demasiado lanzado, ¡ni siquiera me das tiempo a reaccionar! –le retó, sin poder mantenerse seria

-¡Porque te extraño! –exclamó alzando las manos, y sonriendo después -¿vos no?

Lali sonrió, mordiéndose el labio, todo lo que tenía de lanzado y de rápido, lo tenía de tierno, era una perfecta mezcla de todo, y ahí es dónde entrada su miedo. Asintió con la cabeza y lo beso, de forma tierna y con suma lentitud

-Te extrañé, mucho mucho mucho –murmuró dejando un beso tras cada palabra, y abrazándole después

Peter sonrió y la rodeó con sus brazos, dejando un beso en su cabeza y acariciando su pelo

-¿Te retaron mucho en casa?

-Y… -encogió los hombros, soltando un suspiro antes de asentir con la cabeza –Mi viejo me prohibió acercarme a vos –comentó con diversión, soltando una risita antes de mirarle –sos re mala influencia para mí ¿sabías?

-¡A bueno! Nah, ahora es culpa mía, todo es mi culpa –comentó dramático –Si ni me conoce tu viejo, ¿enserio te lo prohibió? –siguió colgado en el tema, sin poder evitar sonreír con cierta picardía –re mala –repitió soltando una risita antes de robarle un par de besos seguidos

-Pasa que el director habló con ellos y…

-De tal palo tal astilla –bufó, echándose hacia atrás

-Bué, pará, acá Benja no tuvo nada que ver

-Dejame ponerlo en duda –protestó y rodó los ojos, centrando la vista en otro lado –Estoy seguro que tu Benja –imitó su tono de voz, aunque algo más chillón y cursi, haciendo una mueca después –me tiró todo a mí delante de su viejo, y su viejo al tuyo

-No es mal tipo, solo me estaba haciendo un favor, vos fuiste el que te metiste allá

-A buenísimo, ¿sabés que sí? Un favor quería hacerte, y no estoy hablando de ningún celular –la miró como si fuese obvio -ahora la culpa va a ser mía, encima

-¿Peor qué decís? –negó con la cabeza sacándose esa imagen de la cabeza -¿Por qué se tienen que llevar tan mal?

-Porque no me gusta, que un tarado con cara de nada, que ni existe, le tire los trastos a MI novia –le dio con el dedo en la nariz antes de cruzar los brazos

-¿Tu qué? –preguntó con diversión sin poder evitar sonreir

-Mi novia –sonrió un instante –y no sabés lo que me jode, que te pasés todo el día con él; él con ilusiones de que de verdad hay algo entre vosotros, y yo te tenga que besar a escondidas –suspiró descruzando los brazos – No sabés lo que me gustaría agarrarte –pasando los brazos por su cintura –delante de él, bah y de todo el idiota que se crea lo mismo, y decirle bien claro, ¿la ves? Pues es MI novia, y darle con todas sus palabras, ego, falsas ilusiones o como quiera llamarlas en su cara –asintió, apretando los labios, como si viese la escena ahí mismo

Lali se mordió el labio divertida, ante toda la historia del otro que le daba vueltas por la cabeza, y no porque le gustase la idea de hacerle pasar a Benjamín por eso, si no porque algo parecido se le había venido aquella mañana a la cabeza cuando escuchó a todas las chicas con sus comentarios sobre los libros.

-Me gusta como suena lo de novia, novio –fue lo único que añadió a la historia, y tras mostrarle una sonrisa, le besó

Peter sonrió, sin negarse para nada a aquel beso que siguió al toque. Y de un momento al otro, todo aquel enojo desapareció. Pero el beso no duró tanto como quiso, pues ella no tardó mucho en abandonar sus labios. Pero él, tomó otra ruta, y siguió con sus besos por el cuello.
Lali soltó una pequeña risita, algo en ella ya se esperaba aquello, y casi lo extrañaba, estaba empezando a acostumbrarse a sus besos, a sus caricias, y a cogerles el gusto.

-¿No te rendís nunca, vos? –preguntó divertida, apoyando su cara de lado en su hombre

Peter rió y negó con la cabeza, apartando el pelo de aquel lado que tenía tan bien a su alcance, y siguiendo con sus besos.

-¿A vos no te retaron por la expulsión?

-Y…decí que cuando le conté a la abu el motivo, no se lo tomó tan mal –soltó una pequeña risita

-¿Le contaste todo? –Lali se separó, mirándole mordiendose el labio

-Si, ¿qué tiene?

-Que era clandestino

-Es mi abuela, La, le cuento todo –sonrió dejando un beso sobre sus labios

Pero Lali se apartó un poco de él

-Nah, me muero de vergüenza, ¡no voy a poder mirarla más a la cara!

-No seas tonta, vení –la agarró, tirando de ella, por encima de él, haciendo que callese tumbada a su lado, aunque las piernas quedaron por encima de las de él –No pasa nada porque ella sepa. Además, te adora, y está re feliz, por mí; bah, por nosotros

-¿Seguro?

Él asintió, e intentó besarla pero ella esquivó el beso moviendo la cara, soltando una pequeña risita, cuando vio como acababa besando el colchón. Él la miró mordiéndose el labio para no y fue a darle otro beso, pero esta repitió la acción. Peter rió, negando con la cabeza. Entonces llevó sus manos y agarró su cara, sonriendo con cancherismo, comenzando a besarla por todas partes de la cara y cuello y sobre todo algún que otro, bastante apasionado sobre su boca entre risas

-Ahora si que no te escapás –comentó divertido en medio de aquellos besos

Ella gritó entre risas, esta vez sin poner ninguna resistencia a aquellos besos

-Nah, yo sabía –se escuchó una voz desde la puerta.

9 comentarios:

  1. SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE

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  2. aii tu nove es lo más. soy peter lanzani gracias por todo,besos ;)

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  3. ¡Candeeeela! Sí, que sea Candela la que los vio y no alguien con enrosques raros (?)
    Éste no me gustó, me encantó (L) No sé, son más cuchis así que no con Peter todo calenchu... JAJAJAJA. Y otro tanto a tener en cuenta:

    - ¿Y quien es tu tipo? ¿Amadeo?
    + NO

    ¡Listo! Todos contentos (?) ♥ Y sí, ahora ya me voy a descolgar porque sino hoy ni una cosa ni la otra...

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  4. Cande? Rochi ? el papa de Lali? UHHHH, más noveee! me encanta. ee vamos con el pan y agua. (? jajajajaja. Espero el proximo cap! besote ♥

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  5. Que lindos que son
    yo amo esa historia quiero mas mas dale :D
    Besos @Teen_Angels94

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  6. me encanta tu nove es lo mas!!
    espero el siguiente cap :)

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  7. jajaja un amor
    seguro es cande la q entro jajaja
    kiero mas
    besos @Ari_StaFe

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  8. Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah, me encanta tu novela! me la lei toooooooda! segui haci!

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