Poco duró la clandestinidad,
y ya no solo por la abuela de Peter. Cuando Candela entró, no les quedó otra
que contarle todo, ¡justo a ella! ¡La discreción personificada!, y bah, les
quedó, le quedó, porque fue Lali quien tuvo que responder a la oleada de
preguntas de su amigo, mientras el otro, una vez que ya no tenía porqué
disimular, se dedicó únicamente a no dejarla hablar a besos.
Cualquiera diría que era
Candela la que estaba viviendo su historia, desde entonces no había dejado el
temita, y una cosa era el cuarto, dónde solo andaban ellas dos, pero ahora en
medio de la clase, era cuestión de tiempo que algo le saliese más alto de la
cuenta por la boca para tirar todo por la borda.
Llamaron a la puerta del
aula, y el profesor salió hablar fuera. Unos minutos después
-Señorita Espósito, el
director quiere hablar con usted
-¿Con migo? –preguntó dudosa,
levantándose de su asiento y caminando hacia la puerta
-Yo te acompaño –dijo
Benjamín levantándose de su asiento y caminando alado suyo
Cuando salieron de la clase,
era nada más y nada menos Peter el que había venido a buscarla
-¿Todos tienen que hablar con
el director? –preguntó el profesor arrugando la frente, mirando a los tres
-Ella y yo sí, puede ir a
preguntarle si quiere, yo solo vengo a informarle de lo que me dijo –contestó
Peter, alzando las manos en un gesto inocente –Ahora él…
-Yo voy a hablar con mi
viejo, te vendrá bien una mano –prosiguió mirando a Lali, guiñándole un ojo –vos
solo seguime la corriente y no digás nada
Lali alzó las cejas, sin
entender nada, llevando un instante la mirada a Peter, que tenía clavado los
ojos en el otro con los brazos cruzados.
Cuando el profesor se fue
comenzaron a caminar los tres por el pasillo. Primero en silencio, pero no
tardó mucho en interrumpirlo el rubio, contando una historia de no se qué. Era
bastante típico en él hablar sin parar, contaba cada batallita como si fuese lo
más grosso del mundo, ¡como si a alguien le importase! Pero como la mayoría de
todas esas veces, Lali únicamente asentía, hacía la que escuchaba, aunque
estuviese más pendiente de todo, que de él. Esta vez, por ejemplo tenía una
buena distracción, ¿cómo pretendía que le prestase atención teniendo a Peter
Lanzani a su lado? Paveando como siempre, con miradas y sonrisas cómplices;
moviendo el brazo hacia delante o hacia detrás para chocarlo con el suyo,
dándole algún que otro empujoncito con la cadera, o simplemente haciendo muecas
de burlas contra el rubio que les llevaba un par de pasos de ventaja, por ir
demasiado entusiasmado en lo que contaba.
Ya estaban cerca, a penas
había que terminar aquel pasillo, y al girar la esquina, estaba la puerta del
despacho. Lali tomó aire, esperando ya la que se le venía, pero en el momento
en que Benjamín giró la esquina, antes de poder dar un paso más, sintió como le
jalaban del brazo, dando una vueltecita en el sitio, y sin saber como quedó
apoyada contra la pared, pegada a aquella esquina, con aquel enorme brazo
fortulento enrollado en su cintura, y su otra enorme mano sobre su boca.
-Shuu –susurró Peter con una
sonrisa divertida, rozan su nariz con la suya, antes de despegar su mano de su
boca, y sin darle tiempo a decir nada más, ya se encontraba besándola
Tenía un raro poder sobre
ella, uno que lograba que en el momento en que sus labios simplemente rozaban
con los de ella, lograba que perdiese los papeles, perdiéndose totalmente en su
boca. Pasando los brazos por su cuello, totalmente vencida, se dejó colgar
sobre este, si no la tuviese agarrada como la tenía, probablemente se
desplomaría. Aquella sensación de que todo el cuerpo le pesaba, que era como
agua, que no podía mantener entero, no podía evitar esa sensación de estar
derritiéndose cuando todo le temblaba así.
-Pará, pará, ¿estás loco?
–intentó separarse, aunque lo único que consiguió fue hablar en medio de aquel
beso, que el morocho se negaba a cortar -¿Cómo me vas a besar a… -Intentó
separarse moviéndose del sitio, pero en ese instante, la agarró por la muñeca,
y dejándose caer él contra la pared, la tiró encima suya, volviendo a besarla,
sin dejarla ni terminar palabra.
¡Era imposible poner
resistencia a aquello!
-Ya, ya pará, que nos pueden
ver –volvió a insistir a penas unos segundos después, apoyando sus manos en la
pared, cada una a un lado de la cabeza de él, para poder echarse un poco hacia
atrás
Peter no fue capaz de
reaccionar tan rápido como ella, más bien, se negaba a hacerlo –Que nos vean -Dejó
los morritos colocados en posición de beso, formando un puchero en su cara, aun
con los ojos cerrados
Lali se mordió el labio, sin
poder evitar sonreir al ver la cara del otro, y sin poder evitar también dejar
un par de besos sobre sus labios. Pero al separarse del segundo, y fue a
acercarse para un tercero
-¿Todo bien?
Se sobresaltó, al escuchar a
Benjamín y verlo aparecer del otro lado de la esquina; alejándose con rapidez
de Peter, y carraspeando
-Si, si, todo bien, pasa qué…
-miró a Peter, que se tomaba más su tiempo para levantarse, y ternía una enorme
sonrisa cargada de diversión en su boca –tenía una basurita en el ojo, es todo,
¿estás bien vos? –intentó disimular, por más mal que se le diese, mirando a
Peter
-Bárbaro –Sonrió comprador,
cruzando los brazos -¿Vamos?
Cuando llegaron no tardaron
mucho en entrar al despacho del director.
-Tomen asiento –comentó Don
Miguel
Lali se sentó en una de las
sillas del escritorio, cuando Benjamín fue a sentarse en la de su lado, casi
cae al suelo de culo, cuando Peter se la quitó, y se sentó, ladeando la cabeza,
y encogiendo los hombros dedicándole una falsa sonrisa. Entonces el rubio,
rodeó el escritorio, quedando de pie, alado de su padre.
El director comenzó a hablar,
con aquel enorme sermón, y rememorando todo aquello que ya Lali había escuchado
en la reunión cuando tuvo que venir su viejo. Peter sin embargo, estaba más
pendiente de ella que de lo que de verdad decía el otro. Se inclinó hacia
delante, y apoyó un brazo en el escritorio del director, el otro brazo, lo
movió sigilosamente, y hasta posarla en la pierna de ella. Lali sintió un
cosquilleo que le recorrió todo el cuerpo, pidiendo con la mirada suplicante
que por favor no empezase con lo del otro día. Peter sonrió con diversión al
ver la cara de ella, y acarició su pierna, únicamente bromeando. Lali pegó un
pequeño respingo, moviéndose en la silla. Peter no paró, hasta que encontró su
mano, su principal objetivo desde un principio. Depositó la suya sobre la de
ella, y entrelazó sus dedos con los suyos, apretándola. Lali sonrió, sin
mirarle, con su mirada fija en el director asintiendo como si estuviese
puestísima en la conversación.
-Robar una llave, y
escondidos bajo la mesa de un profesor para robar un examen ¡debería darles
vergüenza! –exclamó con enfado el director
Entonces ambos se miraron,
sin poder evitar que aquella imagen de aquel momento se viniese a sus mentes.
Sonrieron sin poder evitarlo cuando las miradas se cruzaron, intentando no reír
¡sobre todo en un examen pensaban!
-¡¿Les hace mucha gracia?!
–gritó exaltado
Ambos pegaron un respingo y
negaron, intentando guardar seriedad
-Y sobre todo a Usted, ¡ni un
mes lleva aquí, señorita! Y de la familia que viene –negó con la cabeza como
con decepción –Es lo que tienen las compañías
-Bué, pará Miki, tampoco yo…
-Interrumpió Peter, en un tono gracioso
-¡Más respeto mocoso! –gritó
más alterado
-Tampoco soy un delincuente
-Poco te falta –mustilló
Benjamín, sonriendo
-Encontrarte a vos en la
calle, me falta
Lali puso los ojos en blanco
al escucharle, dándole una patadita. Peter hizo una mueca de dolor, mirándola
arrugando la frente
-Empezó él –acusó como si se
tratase de un niño pequeño
El director resopló, ni se
molestó en entrar en ese tipo de discusión, era algo que ya tenía bastante
conocido. Así que se centró en proseguir. Después del sermón, de recordar lo
que había pasado, la charlas con sus familias, y demás, se centró en el castigo
que les esperaba ¡cómo si no hubiese sido suficiente un día de expulsión!
-Después de haber hablado con
mi hijo, y haber aclarado todo, el señor Lanzani, cargará con el castigo de
quedarse todas las tardes con labores de limpieza durante este mes; Usted se ha
salvado, por los pelos
-¡¿Qué?! –exclamaron ambos
sin entender nada
-Si, Lalu, ya le conté a papá
todo ¿te acordás lo que hablamos? –clavó su mirada en ella, para que le
siguiese el juego. Entonces recordó lo que le dijo al salir de clase –Ya le
conté que fue todo cosa de él, quiso robar el examen y te involucró a vos, ya
sabe que vos no tuviste nada que ver
Peter alzó las cejas,
abriendo los ojos como platos, ¿Cuándo había pasado aquello que se había
perdido?
-¿Qué decís Benjamín?
–exclamó Lali levantándose de la silla -¿Qué le echás las culpas a él? Sabés
perfectamente que justo él no tiene nada que ver
-Ya no hace falta que lo
encubra más, señorita, no le va a hacer nada porque hable, no tiene que tener
miedo
-¿Miedo? –miró al director,
ahora sí que sin entender nada. Se llevó una mano a la frente negando con la
cabeza -¿Qué le contaste, loco?
-La verdad Lali, dejalo
estar, ya está todo aclarado
-Aclarado nada, ¿cómo podés
ser tan carga, Benjamín? Sabés de sobra que él no tiene nada que ver. Acá la
única verdad, es que fuiste vos el que robaste las llaves, para que cogiese mi
celular, es la única verdad –hasta ahí habían llegado, una cosa eran las cosas
que le decía de él el otro día, que no les dio importancia y otra esa. Ni
siquiera sabía de dónde había encontrado el valor para hablar así, y a voces;
por lo general era la típica que cuando hablaba con un profesor, más con el
director le temblaba la voz, y era incapaz de levantar el tono, y ahora había
saltado como un leona al ataque –Si alguien merece cargar con algo acá, somos
su hijo y yo, el no tiene nada que ver señor director
-¿Es verdad eso que dijo,
hijo?
-Eh, bueno, algo, igual…
-Es la pura verdad
–interrumpió Peter –es su hijo quien con su llavecita entra y sale como quiere,
yo solo estaba allí para sacarla a ella, para que no se metiese en ningún lio,
eso fue todo
Lali le miró, y después al
director asintiendo. La cara de este había empeorado en cuestión de segundos, y
no tardó mucho en mandarlos salir, para quedarse a solas con su hijo.
Cuando salieron, Lali fue
primero, y Peter la siguió, apoyando sus manos en sus hombros, desde la espalda
y apoyando su cara sobre la suya.
-¿Sabés como te partiría la
boca de un beso? –susurró a su oído, en tono de broma, con una sonrisa
divertida en sus labios, cargada de una gran felicidad
Lali soltó una risita,
apoyando sus manos sobre las suyas, y siguiendo andando sin decir nada, hasta
que al fin pudieron salir de allí, y cruzar la esquina.
Peter bajó sus manos a su
cintura, y la hizo girar hasta que quedó enfrente de él, pegándola contra él.
Ni siquiera necesitaba hablar, reclinó su cabeza, en dirección a su boca, pero
antes de poder besarla tocó el timbre, y comenzaron a salir personas de todas
las clases.
Peter apretó los ojos, y
cuando escuchó la risa de ella, se apartó, pasándose las manitas por la cabeza.
Aquello de la clandestinidad no parecía ya tan copado.
-No sé si me libré del castigo,
pero me van a tener que volver a expulsar
-¿Eh? ¿qué? ¿por qué?
–preguntó Lali, mirándole sin entender nada
Peter se acercó y la cogió en
brazos, sonrió comprador –por secuestrar a una alumna.
jajajaj mas tier, por secuestrar a una alumna saduhiashdaui igual peter la tendria que haber defendido con el directorr, quiero mass
ResponderEliminarMuy bien Lali asì se hace con Benjamin xD
ResponderEliminarme encantan esos dos!!!
Quiero otro!! amo esta novela :D
Besos Teen_Angels94
aaaaaaaaaaaah me encanta tu novela! me la lei toda toda! segui haci!
ResponderEliminarayy te juro k m encantan estos dos y la nove tambn x supuesto jeje
ResponderEliminarsubi mas :)
@Puchii_P
Bueno... cuanta maldad, como vas a dejar ahí? jajajaja Que quiere Peter eh? pan y agua, acordate! jajajajajaja. Me encanta me encanta. No sé, pero creo que Peter va a estar a full en el proximo? mmmmm. Quiero más, besos ♥
ResponderEliminarhay mas tiernooooooooooooooooooooo...
ResponderEliminarame el final
kiero mas nove
besos
@ari_stafe
¡Cada capítulo me va cayendo mejor Amadeo! Sí, insértese ironía (?) Ya lo leí ayer pero no sé porqué al final no comenté... JAJAJAJA. Me gustó que fuera ella la que saltara, aunque para mí ahora va a ser peor con el otro loco de la vida. ¡Peeero son muy lindos igual los dos! Así que no me quejo tampoco (:
ResponderEliminarMas tierno Peter y benjamin de lo peor
ResponderEliminarRe linda la nove besoss
leti2311
Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas me encanta enserioooo es buenisima
ResponderEliminarMAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE
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