Compraron los billetes, y se
montaron en el bus. En el último asiento Gastón con Rocío, que desde que
empezaron a estar juntos podían pasar perfectamente desapercibidos, era como si
ni estuviesen. En los asientos de su lado Nicolás con Eugenia, con sus típicos
piques, y bromas constantes.
No sabía en qué momento le
había convencido al final, pero lo había hecho. Después de dejar las bolsitas
en la parte de debajo de bus, subió; echó un vistazo a los asientos, divisando
dónde estaban cada uno, terminando por fijar la vista en la morocha que estaba
sentada delante de Nicolás, que le llamaba a gritos desde que subió con los
brazos extendidos.
Se mordió el labio y negó con
la cabeza, antes de sentarse a su lado, y dejarse caer sobre ella.
-Sabé que vengo por vos; no
tengo ninguna gana de ir a la playa
Lali sonrió y asintió con la
cabeza mientras deslizaba sus brazos por su cuello, abrazándole desde atrás, y
dejándose caer sobre el cristal, tirando a la vez de él encima de ella.
-Va a estar bueno, ya verás
–insistió dejando un beso sobre su mejilla
-Dejame dudarlo –murmuró a
regañadientes, pero sin añadir nada más cuando sintió aquel beso que hizo que
una sonrisa se dibujase en sus labios.
Llevó sus manitas hasta las
de ellas, entrelazando sus dedos, después volvió a echar un vistazo por el
autobús. Los chicos se habían disculpado, pero sabía que en el fondo no le
creían del todo, quizás por ese motivo era por el que él estaba más seco con
ellos que por el contrario. A medida que pasó el día, intentaron acercarse poco
a poco, bromas, charlas, fútbol, peleas típicas de chicos en arena y agua…pero
aun seguían bastante frías las cosas.
Después de comer se tiró en
la toalla, con Lali acurrucada sobre él, tomando el sol de espaldas, aunque más
bien estuviese más dormida que otra cosa. De vez en cuando caía algún que otro
beso sobre su pecho, por dónde su mano hacía siluetas sin sentido, al igual que
la mano de él por la espalda de ella.
Abrió un instante los ojos
para mirarla.
-Te vas a quemar, después
parecerás un tomatito –se burló de ella, dejando un beso sobre su cabeza
-Dejame dormir en paz
–protestó ella, con un tono algo divertido
-Como vos me dejaste dormir
anoche ¿no?
-Igual, ahora toca un cambio
de papeles; así que abrazame y llename de besos –ordenó sin ni siquiera abrir
los ojos
Peter soltó una pequeña
risita, y se removió para abrazarla mejor, y dejando otro beso sobre su frente
volvió a cerrar los ojos. Hasta que de golpe sintió como le caían mil gotas de
agua por encima. Se levantó de golpe, con mala cara, para encontrarse a Nicolás
escurriéndose su enorme melena rubia sobre él, con risas.
-¿Desperté a la princesita?
–le cargó picándole un ojo
-La princesita te va a hacer tragar
tanta agua que vas a secar la playa –comentó, levantándose de golpe, y
echándose a correr detrás de él.
Lali abrió los ojos, y se
incorporó con la frente arrugada y una mano sobre esta para taparse el sol que
tan molesto era a aquella hora y así, sí, pudiendo observar la escena. Sonrió
de lado, y se sentó, apoyando los brazos sobre sus piernas observando la escena
con diversión.
Las chicas con las
colchonetas en lo hondo del mar tomando el sol, mientras que ellos jugaban al
balón en la orilla. Lali volvía a sentir aquella sensación de que de un segundo
al otro podría quedarse fácilmente dormida, pero una vez más algo la hizo salir
de aquel estado.
Los chicos entraron corriendo
al agua, tirándose y salpicando por todos lados, ellas incluidas. Lali tuvo que
agarrarse a su colchoneta para no volcar. Cuando notó que las olas que se
habían formado por la gran entrada de ellos, cesaba, soltó una mano y se la
pasó por la cara para secarse los ojos y poder abrirlos.
Se le curvaron los labios en
una sonrisa divertida, al verlos ahí, de nuevo peleando, riendo, con
ahogadillas y demás; pero su sonrisa se le borró cuando de nuevo casi sintió
que acababa en el agua al sentir ‘algo’ cayéndole encima.
Bajó la mirada al sentir un
beso sobre su barriga, y sonrió cuando su mirada se encontró con la de Peter.
Este tenía su cabeza apoyada
sobre su barriga, de lado mirándola, mientras que teniendo una mano en el agua,
la otra estaba apoyada sobre sus piernas.
-Hola –susurró mostrando una
sonrisa divertida
-Hola –susurró
No pudo aportar nada más,
cuando notó que la morocha se le venía encima. La agarró como pudo, terminando
por hundirse los dos. Cuando salió a la superficie, con Lali entre sus brazos,
miró a todos lados con confusión, buscando la causa de aquello, causa que no
tardó mucho en aparecer cuando vio al rubio ahora tumbado en la colchoneta en
la que antes estaban ellos.
-Pensé que necesitaban un
pequeño empujón –comentó Nicolás, alzando las manos en un gesto más que
inocente
Peter negó con la cabeza,
abrió la boca para replicar, pero al bajar la mirada y encontrarse con la de la
morocha se le olvidó incluso lo que iba a decir. Una sonrisa se dibujó en sus
labios; bajó la cabeza, hasta que sus labios rozaron con los de ellas, hasta
que se fundieron en un beso.
Lali sonrió cuando la besó, y
notó como su corazón se le aceleró. Podía darle todos los besos que quisiese, y
por más que pasase el tiempo, seguían provocándole aquella misma sensación que
cuando la besó la primera vez en su cumpleaños. Rodeó su cuello con sus brazos,
y su cintura con sus piernas, mientras sentía como él la envolvía entre sus
brazos, y poco a poco se fueron hundiendo.
Sus miradas se cruzaron bajo
el agua, y una sonrisa curvó los labios de la morocha separándose de él, y
buceando. Peter se mordió el labios, salió un instante de debajo del agua para
tomar aire, antes de volver a sumergirse para buscarla, y una vez localizada
bucear tras ella. Aquella persecución duró varios minutos, en los que la
pillaba y se escapaba, entre risas y ‘tiempos’ para respirar. Lali subió para
tomar aire, vio a los demás chicos a lo lejos, pero por más que lo buscaba no
lo veía, entonces notó como le tiraban del pie hacia abajo. Apretó los labios
al igual que los ojos. Cuando abrió estos bajo agua, dio varias vueltas sobre
sí misma buscando qué había sido aquello, pero sin ver nada. Entonces notó como
algo le rodeaba la cintura. De un sobresalto, que casi le hizo soltar todo el
aire, se giró de golpe, para toparse con su sonrisa.
Arrugó la nariz, y movió la
mano bajo el agua, como si así le echase agua; por las burbujas que salieron de
la boca de él se deducía la carcajada que soltó.
-Tarado –movió los labios
bajo el agua
-Te amo –respondió él,
alargando su mano hasta que pudo acariciar su mejilla
Una sonrisa se curvó en los
labios de Lali, sin poderlo evitar
-Y yo
Peter sonrió y movió un poco
los pies para acercarse a ella. La agarró por la cintura y la atrajo hacia él,
hasta pegarla lo máximo posible. Ella deslizó las manitas por su pecho desnudo,
hasta rodearle el cuello con sus brazos. Rozó su nariz con la de él, y poco a
poco aquella distancia que quedaba entre ellos se fue rompiendo con un nuevo
beso.
Subieron a la superficie, y
ni la falta de aire parecía suficiente para que aquel beso se cortase. Pero al
final se hizo indispensable.
Peter se separó, mostrando
una gran sonrisa cargada de diversión, soltando una manita de su cintura para
ponérsela en la boca.
-Pará, pará un poco, me vas a
matar
-¿A besos? –preguntó con
diversión, con la respiración entrecortada por la falta de aire
-A besos –sonrió de lado,
dejando un beso sobre su nariz
Lali sonrió, apoyando su
frente contra la de él, rodeando su cintura con sus piernas de vuelta. Dejó un
par de besos sobre sus labios, a los que Peter respondió con un par más, y
otros más que comenzaron a bajar casi de forma inconsciente, de la misma forma
que sus manos por su cuerpo. En un primer momento, cuando aquello ‘comenzó’
pensó que no sería capaz de aguantar, de no avanzar; después parecía que sí,
pero cada vez estaba dudando más aquello. Pero esta vez no esperó que ella le
cortase el rostro. Tomó aire, reuniendo el valor que necesitaba para separarse
de ella, cuando sintió que con el primer beso que dejaba sobre su cuello,
volvía a la misma tensión de siempre.
-¿Volvemos mejor? –carraspeó
un poco al sentirse aquella voz ronca, apartando la mirada.
Lali asintió, y sonrió
flojito, sin muchas ganas, antes de separarse de él.
Peter echó un vistazo,
buscando las colchonetas de colores, que parecían estar más lejos de lo que
recordaba.
-Vení –murmuró de espaldas a
ella, agarrando sus manos y pasándoselas por su cuello, desde la espaldas, para
que se subiese a esta –Agarrate ¿eh? –avisó con diversión, notando como ella
apretaba los brazos, antes de sumergirse.
Bajo el agua, miró a Lali una
vez bajo la colchoneta. Sonriendo de lado, volvió la colchoneta, haciendo caer
al rubio al agua. Ambos salieron fuera riendo, al ver la cara de desconcierto
del rubio, que ahora los miraba como si se los fuese a comer.
Peter ayudó a Lali a subirse,
y luego casi se tiró encima de ella, tumbándose sobre esta, hundiendo la cabeza
en su cuello, y abrazándola. Un descanso después de tanto nadar no les vendría
mal.
-Pollerudo –murmuró Nico
Peter giró la cabeza, para
mirar al rubio, y le guiñó un ojo, antes de volver a girar la cabeza para
mirarla a ella. Lali sonrió y dejó un beso sobre su hombro, que era lo que
tenía más a mano, y lo rodeó con sus bracitos, deslizando los dedos por su
espalda, y enredó sus piernas con las de él, en un pequeño jueguecito.
Poco a poco el resto de la
gente salió al agua. El sol cada vez estaba más bajo, y el cielo como el agua
iban adquiriendo un tono anaranjado.
Lali terminó por tirarse al
agua, y Peter se tumbó boca arriba, mirándola con la cabeza apoyada de lado. Ella
tenía una manita apoyada un poco más arriba que su cabeza, y la otra se
deslizaba por su pecho, mientras su cabeza estaba de lado apoyada, alado de la
de él.
-Me alegro de que se hayan
amigado
-Yo también –murmuró mirando
al cielo, que ya dejaba ver alguna que otra estrella.
Peter llevó su mano sobre la
de ella, acariciándola.
-Siempre me gustó la playa,
cuando era chico siempre íbamos a distintas playas, a mi vieja les encantaba,
sobre todo si eran desiertas, de esas que no había nadie. A mi viejo eso no le
gustaba, decía que eso era para los indígenas antisociales –hizo una mueca,
riendo con diversión mientras negaba con la cabeza
-Pero sin embargo ibais
-Y sí, lo que mi vieja decía
iba a misa –encogió los hombros como si fuese obvio –Era el ojito derecho de mi
viejo; ya algo podía ser negro, y mi viejo verlo negro, que si ella decía que
era blanco, sería blanco; sabía bien como manejarle, y mirá que no era cosa fácil
Un silencio se hizo; Lali se
incorporó un poco, para acercarse más a él y dejar un beso en su mejilla. Peter
giró la cabeza y la miró mostrando una sonrisa
-Siempre quiso vivir en la
playa, pero mi viejo siempre tenía algo entre manos; primero era después de un
negocio, más tarde después de que naciese Ceci –se quedó en silencio, volviendo
a mirar al cielo –Y al final, nada
-Nosotros viviremos en la
playa
Peter salió de sus
pensamientos al escucharla, girando la cabeza para mirarla, sonriendo
-¿Nosotros?
Lali asintió
-Y nos tenemos que casar en
la playa, y tener muchos hijos que corran desnudos por la playa –añadió con
diversión
-¿Muchos? ¿Cuántos son
muchos?
-Y… que se yo, unos quince
-¿Quince? –abrió los ojos
como platos, girándose en la colchoneta para mirarla -¿No son un poco muchos? Que
se yo, con algunos menos, y un perro quizás nos da ¿no?
Lali arrugó la frente, como
si pensase esa opción, aunque con el beso que este dejó sobre sus labios, todo
desapareció de su cabeza de vuelta.
Peter volvió a tumbarse bien,
y ella a volver a la misma posición que antes, aunque cada vez estaba más
encima de la colchoneta, bah, la colchoneta; más bien cada vez estaba más
encima de él. Ya tenía la cabeza apoyada en su pecho.
-¿Posta te querés casar
conmigo, tener hijos y vivir en la playa?
-Posta
-Mirá que después no valen
devoluciones
Lali le miró, mordiendose el
labio como si lo pensase, con una sonrisa divertida y asintió con la cabeza
-Me iría ahora mismo
-¿Te secuestro y nos vamos?
-Dale
Peter sonrió y apretó los
brazos alrededor de ella abrazándola con algo de fuerza. Lali subió la vista
hasta sus ojos y sonrió.
-¿Venís esta noche a casa?
-¿A cenar?
-Y a dormir
-¿No era que vos no dormias
con nadie?
-Y… -encogió los hombros –No sabía
lo que era mirarte dormir, abrazarte toda la noche, y sentir tus besos por la
mañana –sonrió, mirándola como si fuese obvio
-Me encantaría, pero mi viejo…
-¿Cuándo le pensás contar que
estamos juntos?
Lali se quedó en silencio,
apartando la mirada, y Peter bufó mirando al cielo de nuevo, soltándola.
-No te enojés –pidió terminando
por tumbarse encima de él del todo, dándole un beso en el pecho –No sabés como
es mi papá; no se lo va a tomar bien
-No me enojo, pero no me
gusta tener que esconderme para estar con vos fuera
-Dame tiempo –llevó sus
manitas detrás de la cabeza de él, para que la mirase –Ya se lo voy a contar. Eso
sí, si me prohíbe verte, y me manda a un internado en la Antártica, más te vale
ir a secuestrarme –le amenazó con un dedo, con seriedad, terminando por sonreír
-Prometido –sonrió, agarrando
el dedo con su mano, y acercándose para besarla.
Ai, se extrañaban ya capítulos como éste; bah, capítulos en general (?) ¡Tengo que decir que muero con Nicolás! 'Necesitaban un pequeño empujón' JAJAJAJA. Y ellos dos, no son más tiernos porque no les da el tiempo, es así ♥
ResponderEliminaraaaay me encanta, segui subiendo!!!!
ResponderEliminar@Puchii_P
Hay Que Tiernos Ya Exrañaba Estos Cap, Y Que Bueno Que Los Chicos Al Menos Se Arreglaron Un Poco Ojala Todo Sea Como Antes'
ResponderEliminar@DaniiVasqueez
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA MASSSSS
ResponderEliminaraaaa, muy buenooooo! ya extrañaba la nove y los caps tiernossss! Me encanta!
ResponderEliminarPor finnnnnnnnnnnnn exrañaba tu nove!!!
ResponderEliminarMe encantan Lali y Peter
y Nico es dsnosidfpoinffksdè
Mas nove!!!
@Teen_Angels94
Amo tu nove!!!! Son mas tiernos!!!! :D
ResponderEliminarMAAAASSSS TIERNOSSS!! :'D Me pueden mucho estos dos! Extrañaba la novee!! Que bueno que se arreglaron, Nico es lo M O R E!!! Jajajaja lo amo! ♥
ResponderEliminarke tiernossssss
ResponderEliminarame este cap
lo q no entendi es como estaban apoyados a lo ultimo en la colchoneta jaja
lo lei varias veces, pero igual me perdi jaja
beso @ari_stafe