lunes, 16 de julio de 2012

Capítulo 33






Compraron los billetes, y se montaron en el bus. En el último asiento Gastón con Rocío, que desde que empezaron a estar juntos podían pasar perfectamente desapercibidos, era como si ni estuviesen. En los asientos de su lado Nicolás con Eugenia, con sus típicos piques, y bromas constantes.
No sabía en qué momento le había convencido al final, pero lo había hecho. Después de dejar las bolsitas en la parte de debajo de bus, subió; echó un vistazo a los asientos, divisando dónde estaban cada uno, terminando por fijar la vista en la morocha que estaba sentada delante de Nicolás, que le llamaba a gritos desde que subió con los brazos extendidos.

Se mordió el labio y negó con la cabeza, antes de sentarse a su lado, y dejarse caer sobre ella.

-Sabé que vengo por vos; no tengo ninguna gana de ir a la playa

Lali sonrió y asintió con la cabeza mientras deslizaba sus brazos por su cuello, abrazándole desde atrás, y dejándose caer sobre el cristal, tirando a la vez de él encima de ella.

-Va a estar bueno, ya verás –insistió dejando un beso sobre su mejilla

-Dejame dudarlo –murmuró a regañadientes, pero sin añadir nada más cuando sintió aquel beso que hizo que una sonrisa se dibujase en sus labios.

Llevó sus manitas hasta las de ellas, entrelazando sus dedos, después volvió a echar un vistazo por el autobús. Los chicos se habían disculpado, pero sabía que en el fondo no le creían del todo, quizás por ese motivo era por el que él estaba más seco con ellos que por el contrario. A medida que pasó el día, intentaron acercarse poco a poco, bromas, charlas, fútbol, peleas típicas de chicos en arena y agua…pero aun seguían bastante frías las cosas.

Después de comer se tiró en la toalla, con Lali acurrucada sobre él, tomando el sol de espaldas, aunque más bien estuviese más dormida que otra cosa. De vez en cuando caía algún que otro beso sobre su pecho, por dónde su mano hacía siluetas sin sentido, al igual que la mano de él por la espalda de ella.
Abrió un instante los ojos para mirarla.

-Te vas a quemar, después parecerás un tomatito –se burló de ella, dejando un beso sobre su cabeza

-Dejame dormir en paz –protestó ella, con un tono algo divertido

-Como vos me dejaste dormir anoche ¿no?

-Igual, ahora toca un cambio de papeles; así que abrazame y llename de besos –ordenó sin ni siquiera abrir los ojos

Peter soltó una pequeña risita, y se removió para abrazarla mejor, y dejando otro beso sobre su frente volvió a cerrar los ojos. Hasta que de golpe sintió como le caían mil gotas de agua por encima. Se levantó de golpe, con mala cara, para encontrarse a Nicolás escurriéndose su enorme melena rubia sobre él, con risas.

-¿Desperté a la princesita? –le cargó picándole un ojo

-La princesita te va a hacer tragar tanta agua que vas a secar la playa –comentó, levantándose de golpe, y echándose a correr detrás de él.

Lali abrió los ojos, y se incorporó con la frente arrugada y una mano sobre esta para taparse el sol que tan molesto era a aquella hora y así, sí, pudiendo observar la escena. Sonrió de lado, y se sentó, apoyando los brazos sobre sus piernas observando la escena con diversión.

Las chicas con las colchonetas en lo hondo del mar tomando el sol, mientras que ellos jugaban al balón en la orilla. Lali volvía a sentir aquella sensación de que de un segundo al otro podría quedarse fácilmente dormida, pero una vez más algo la hizo salir de aquel estado.

Los chicos entraron corriendo al agua, tirándose y salpicando por todos lados, ellas incluidas. Lali tuvo que agarrarse a su colchoneta para no volcar. Cuando notó que las olas que se habían formado por la gran entrada de ellos, cesaba, soltó una mano y se la pasó por la cara para secarse los ojos y poder abrirlos.
Se le curvaron los labios en una sonrisa divertida, al verlos ahí, de nuevo peleando, riendo, con ahogadillas y demás; pero su sonrisa se le borró cuando de nuevo casi sintió que acababa en el agua al sentir ‘algo’ cayéndole encima.

Bajó la mirada al sentir un beso sobre su barriga, y sonrió cuando su mirada se encontró con la de Peter.
Este tenía su cabeza apoyada sobre su barriga, de lado mirándola, mientras que teniendo una mano en el agua, la otra estaba apoyada sobre sus piernas.

-Hola –susurró mostrando una sonrisa divertida

-Hola –susurró

No pudo aportar nada más, cuando notó que la morocha se le venía encima. La agarró como pudo, terminando por hundirse los dos. Cuando salió a la superficie, con Lali entre sus brazos, miró a todos lados con confusión, buscando la causa de aquello, causa que no tardó mucho en aparecer cuando vio al rubio ahora tumbado en la colchoneta en la que antes estaban ellos.

-Pensé que necesitaban un pequeño empujón –comentó Nicolás, alzando las manos en un gesto más que inocente

Peter negó con la cabeza, abrió la boca para replicar, pero al bajar la mirada y encontrarse con la de la morocha se le olvidó incluso lo que iba a decir. Una sonrisa se dibujó en sus labios; bajó la cabeza, hasta que sus labios rozaron con los de ellas, hasta que se fundieron en un beso.

Lali sonrió cuando la besó, y notó como su corazón se le aceleró. Podía darle todos los besos que quisiese, y por más que pasase el tiempo, seguían provocándole aquella misma sensación que cuando la besó la primera vez en su cumpleaños. Rodeó su cuello con sus brazos, y su cintura con sus piernas, mientras sentía como él la envolvía entre sus brazos, y poco a poco se fueron hundiendo.

Sus miradas se cruzaron bajo el agua, y una sonrisa curvó los labios de la morocha separándose de él, y buceando. Peter se mordió el labios, salió un instante de debajo del agua para tomar aire, antes de volver a sumergirse para buscarla, y una vez localizada bucear tras ella. Aquella persecución duró varios minutos, en los que la pillaba y se escapaba, entre risas y ‘tiempos’ para respirar. Lali subió para tomar aire, vio a los demás chicos a lo lejos, pero por más que lo buscaba no lo veía, entonces notó como le tiraban del pie hacia abajo. Apretó los labios al igual que los ojos. Cuando abrió estos bajo agua, dio varias vueltas sobre sí misma buscando qué había sido aquello, pero sin ver nada. Entonces notó como algo le rodeaba la cintura. De un sobresalto, que casi le hizo soltar todo el aire, se giró de golpe, para toparse con su sonrisa.
Arrugó la nariz, y movió la mano bajo el agua, como si así le echase agua; por las burbujas que salieron de la boca de él se deducía la carcajada que soltó.

-Tarado –movió los labios bajo el agua

-Te amo –respondió él, alargando su mano hasta que pudo acariciar su mejilla

Una sonrisa se curvó en los labios de Lali, sin poderlo evitar

-Y yo

Peter sonrió y movió un poco los pies para acercarse a ella. La agarró por la cintura y la atrajo hacia él, hasta pegarla lo máximo posible. Ella deslizó las manitas por su pecho desnudo, hasta rodearle el cuello con sus brazos. Rozó su nariz con la de él, y poco a poco aquella distancia que quedaba entre ellos se fue rompiendo con un nuevo beso.

Subieron a la superficie, y ni la falta de aire parecía suficiente para que aquel beso se cortase. Pero al final se hizo indispensable.

Peter se separó, mostrando una gran sonrisa cargada de diversión, soltando una manita de su cintura para ponérsela en la boca.

-Pará, pará un poco, me vas a matar

-¿A besos? –preguntó con diversión, con la respiración entrecortada por la falta de aire

-A besos –sonrió de lado, dejando un beso sobre su nariz

Lali sonrió, apoyando su frente contra la de él, rodeando su cintura con sus piernas de vuelta. Dejó un par de besos sobre sus labios, a los que Peter respondió con un par más, y otros más que comenzaron a bajar casi de forma inconsciente, de la misma forma que sus manos por su cuerpo. En un primer momento, cuando aquello ‘comenzó’ pensó que no sería capaz de aguantar, de no avanzar; después parecía que sí, pero cada vez estaba dudando más aquello. Pero esta vez no esperó que ella le cortase el rostro. Tomó aire, reuniendo el valor que necesitaba para separarse de ella, cuando sintió que con el primer beso que dejaba sobre su cuello, volvía a la misma tensión de siempre.

-¿Volvemos mejor? –carraspeó un poco al sentirse aquella voz ronca, apartando la mirada.

Lali asintió, y sonrió flojito, sin muchas ganas, antes de separarse de él.
Peter echó un vistazo, buscando las colchonetas de colores, que parecían estar más lejos de lo que recordaba.

-Vení –murmuró de espaldas a ella, agarrando sus manos y pasándoselas por su cuello, desde la espaldas, para que se subiese a esta –Agarrate ¿eh? –avisó con diversión, notando como ella apretaba los brazos, antes de sumergirse.

Bajo el agua, miró a Lali una vez bajo la colchoneta. Sonriendo de lado, volvió la colchoneta, haciendo caer al rubio al agua. Ambos salieron fuera riendo, al ver la cara de desconcierto del rubio, que ahora los miraba como si se los fuese a comer.

Peter ayudó a Lali a subirse, y luego casi se tiró encima de ella, tumbándose sobre esta, hundiendo la cabeza en su cuello, y abrazándola. Un descanso después de tanto nadar no les vendría mal.

-Pollerudo –murmuró Nico

Peter giró la cabeza, para mirar al rubio, y le guiñó un ojo, antes de volver a girar la cabeza para mirarla a ella. Lali sonrió y dejó un beso sobre su hombro, que era lo que tenía más a mano, y lo rodeó con sus bracitos, deslizando los dedos por su espalda, y enredó sus piernas con las de él, en un pequeño jueguecito.

Poco a poco el resto de la gente salió al agua. El sol cada vez estaba más bajo, y el cielo como el agua iban adquiriendo un tono anaranjado.
Lali terminó por tirarse al agua, y Peter se tumbó boca arriba, mirándola con la cabeza apoyada de lado. Ella tenía una manita apoyada un poco más arriba que su cabeza, y la otra se deslizaba por su pecho, mientras su cabeza estaba de lado apoyada, alado de la de él.

-Me alegro de que se hayan amigado

-Yo también –murmuró mirando al cielo, que ya dejaba ver alguna que otra estrella.

Peter llevó su mano sobre la de ella, acariciándola.

-Siempre me gustó la playa, cuando era chico siempre íbamos a distintas playas, a mi vieja les encantaba, sobre todo si eran desiertas, de esas que no había nadie. A mi viejo eso no le gustaba, decía que eso era para los indígenas antisociales –hizo una mueca, riendo con diversión mientras negaba con la cabeza

-Pero sin embargo ibais

-Y sí, lo que mi vieja decía iba a misa –encogió los hombros como si fuese obvio –Era el ojito derecho de mi viejo; ya algo podía ser negro, y mi viejo verlo negro, que si ella decía que era blanco, sería blanco; sabía bien como manejarle, y mirá que no era cosa fácil

Un silencio se hizo; Lali se incorporó un poco, para acercarse más a él y dejar un beso en su mejilla. Peter giró la cabeza y la miró mostrando una sonrisa

-Siempre quiso vivir en la playa, pero mi viejo siempre tenía algo entre manos; primero era después de un negocio, más tarde después de que naciese Ceci –se quedó en silencio, volviendo a mirar al cielo –Y al final, nada

-Nosotros viviremos en la playa

Peter salió de sus pensamientos al escucharla, girando la cabeza para mirarla, sonriendo

-¿Nosotros?

Lali asintió

-Y nos tenemos que casar en la playa, y tener muchos hijos que corran desnudos por la playa –añadió con diversión

-¿Muchos? ¿Cuántos son muchos?

-Y… que se yo, unos quince

-¿Quince? –abrió los ojos como platos, girándose en la colchoneta para mirarla -¿No son un poco muchos? Que se yo, con algunos menos, y un perro quizás nos da ¿no?

Lali arrugó la frente, como si pensase esa opción, aunque con el beso que este dejó sobre sus labios, todo desapareció de su cabeza de vuelta.

Peter volvió a tumbarse bien, y ella a volver a la misma posición que antes, aunque cada vez estaba más encima de la colchoneta, bah, la colchoneta; más bien cada vez estaba más encima de él. Ya tenía la cabeza apoyada en su pecho.

-¿Posta te querés casar conmigo, tener hijos y vivir en la playa?
-Posta

-Mirá que después no valen devoluciones

Lali le miró, mordiendose el labio como si lo pensase, con una sonrisa divertida y asintió con la cabeza

-Me iría ahora mismo

-¿Te secuestro y nos vamos?

-Dale

Peter sonrió y apretó los brazos alrededor de ella abrazándola con algo de fuerza. Lali subió la vista hasta sus ojos y sonrió.

-¿Venís esta noche a casa?

-¿A cenar?

-Y a dormir

-¿No era que vos no dormias con nadie?

-Y… -encogió los hombros –No sabía lo que era mirarte dormir, abrazarte toda la noche, y sentir tus besos por la mañana –sonrió, mirándola como si fuese obvio

-Me encantaría, pero mi viejo…

-¿Cuándo le pensás contar que estamos juntos?

Lali se quedó en silencio, apartando la mirada, y Peter bufó mirando al cielo de nuevo, soltándola.

-No te enojés –pidió terminando por tumbarse encima de él del todo, dándole un beso en el pecho –No sabés como es mi papá; no se lo va a tomar bien

-No me enojo, pero no me gusta tener que esconderme para estar con vos fuera

-Dame tiempo –llevó sus manitas detrás de la cabeza de él, para que la mirase –Ya se lo voy a contar. Eso sí, si me prohíbe verte, y me manda a un internado en la Antártica, más te vale ir a secuestrarme –le amenazó con un dedo, con seriedad, terminando por sonreír

-Prometido –sonrió, agarrando el dedo con su mano, y acercándose para besarla.

9 comentarios:

  1. Ai, se extrañaban ya capítulos como éste; bah, capítulos en general (?) ¡Tengo que decir que muero con Nicolás! 'Necesitaban un pequeño empujón' JAJAJAJA. Y ellos dos, no son más tiernos porque no les da el tiempo, es así ♥

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  2. aaaay me encanta, segui subiendo!!!!
    @Puchii_P

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  3. Hay Que Tiernos Ya Exrañaba Estos Cap, Y Que Bueno Que Los Chicos Al Menos Se Arreglaron Un Poco Ojala Todo Sea Como Antes'
    @DaniiVasqueez

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  4. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA MASSSSS

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  5. aaaa, muy buenooooo! ya extrañaba la nove y los caps tiernossss! Me encanta!

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  6. Por finnnnnnnnnnnnn exrañaba tu nove!!!
    Me encantan Lali y Peter
    y Nico es dsnosidfpoinffksdè

    Mas nove!!!

    @Teen_Angels94

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  7. Amo tu nove!!!! Son mas tiernos!!!! :D

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  8. MAAAASSSS TIERNOSSS!! :'D Me pueden mucho estos dos! Extrañaba la novee!! Que bueno que se arreglaron, Nico es lo M O R E!!! Jajajaja lo amo! ♥

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  9. ke tiernossssss
    ame este cap
    lo q no entendi es como estaban apoyados a lo ultimo en la colchoneta jaja
    lo lei varias veces, pero igual me perdi jaja
    beso @ari_stafe

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