viernes, 27 de julio de 2012

Capítulo 38





Lali se salió de la bañera, después de un largo rato, y se vistió como pudo con la ropa que Peter le había dejado. Se miró al espejo. Más que una sudadera aquello parecía un vestido. Se abrazó a sí misma un instante y aspiró profundamente. Sí, olía a él.

Salió del baño en dirección a la cocina; en esta se apoyó en el marco de la puerta y lo observó. Peter estaba que se caía de sueño, cada tanto hacia pausas para pasarse las manos por la cara y frotarse lo ojos, bostezaba, o simplemente se dejaba caer con la encimera.

Lali carraspeó, y él se giró

-Nah, ¿Cómo hacés para estar linda hasta con mi ropa? –sonrió flojito de lado

Lali sonrió sin poder evitarlo, bajó un instante la vista a la ropa, antes de volver a subirla a sus ojos. Caminó un par de pasitos, hasta quedar enfrente suyo; se dejó caer sobre él, abrazándole.
Este apartó la vista, y suspiró ¿por qué se la hacía tan difícil. Bajó la mirada, y la observó en silencio.
Peter estiró la mano y acarició su mejilla.

-¿Te sentís mejor?

Lali dejó caer su cara sobre su mano, sintiendo su calor, y asintió débilmente

-¿Estás muy cansado? –murmuró ella

Peter encogió los hombros; quería hacerse el fuerte, sí, pero su cara delataba que se caía de sueño. Pero aguantaría, todo lo que fuese necesario.

Dio un paso atrás, separándose de ella

-Tomate esto -sugirió tendiéndole una taza con té –cuidado que quema

Lali bajó la vista a la taza, y la sostuvo con cuidado

-Peter, lo del baño…

-Olvidate –bajó la vista para dedicarle una pequeña sonrisa –será mejor que te tomes esto y te metás en la cama; mañana estarás mejor –añadió con rapidez, prefiriendo no estar en aquel detalle

-¿Y vos?

-Y…yo, voy a ver un partidito que tengo grabado, hasta que me entre el sueño

Sabía que era un mentiroso, que se caía de sueño, que lo único que hacía era esquivarla. Pero, para cuando quiso protestar, ya le había dado las buenas noches, y había desaparecido de la cocina.

Lali se terminó el té, y cuando se iba a dirigir a su cuarto, cambió de idea.
Entre al salón, y le miró desde la puerta. Los ojos se le cerraban solos.

-Andá a dormir a tu cama –rompió ella con el silencio

Peter abrió los ojos del golpe, y dirigió la vista a ella; ¿Cuánto llevaba ahí?
Ni siquiera le contestó, negó con la cabeza, y volvió a mirar al televisor, como si lo que echaban fuese el partido más interesante de su vida.

Lali suspiró. ¿Tan cabeza dura podía ser?
No dijo nada más, simplemente avanzó un par de pasitos más, y se sentó en el borde de aquel sillón en el que él estaba tendido a todo lo largo.

-¿Qué hacés? –preguntó confuso, mostrando esa misma confusión en la cara con la que la miraba

-No tengo sueño tampoco. Quiero ver el partido con vos –explicó mientras se tumbada a su lado. A pesar del poco espacio que había, y estando casi en el borde.

Cucharita. Su espalda totalmente pegada a su pecho, y sus piernas se entrelazaron con las de él.
Peter arrugó la nariz, en un gesto confuso y divertido al ver la que estaba liando en un momento.

-Estás loca –murmuró, volviendo a ese intento de indiferencia, intentando centrarse en el televisor

Lali sonrió flojito, y prosiguió en su acomodamiento, solo que esta vez calculó mal, y si no fuese por la rapidez en que en la agarró por la cintura, ya estaría en el suelo.
Bajó la vista hasta su mano, que ahora se deslizaba por su barriga, y que a pesar de que ya no tenía peligro de caída, esta seguía ahí.
Ni siquiera quería mirarle, sentía su mirada clavada en ella.

-Dejo que estés acá, pero quieta y en silencio, y a dormir ¿si?

Su voz en su oído hizo que cada parte de su cuerpo se estremeciese, y que la carne se le pusiese de gallina. Podía sentir a la perfección su aliento en su cuello. No pudo decir nada más.

El tiempo pasó, el partido seguía, pero nadie lo veía. Lali no dejaba de darle vueltas a todo, no podía dormir; sin embargo Peter por segundos estaba más dormido, su mano seguía paseándose por la panza de Lali, en un intento de relajarla así y que se durmiese, solo que el efecto estaba siendo a la inversa.

-Perdoname

Peter entreabrió los ojos, dudando si había escuchado eso enserio, o simplemente lo estaba soñando. Pero al abrirlos, y encontrarse de lleno con la mirada de la morocha, empapada en lágrimas de nuevo, comprendió.

-¿Por qué? –susurró mordiéndose el labio, llevando su mano a su mejilla

Podía estar lo más enojado del mundo que quisiese con ella; que parecía que cualquier gesto que hiciese, palabra, o movimiento, parecía ser superior a todas sus fuerzas, ¿cómo podía tener tanto poder sobre él? ¿Por qué?

Lali se giró sobre sí misma, quedando de frente a él. La mano de él, no se movió, ahora quedaba colocada en su espalda, y en un gesto inconsciente, subía y bajaba por esta.

-Por perderte –susurró ella

Peter sintió un pinchazo en el pecho, algo muy fuerte, no sabía si por el hecho de verla así, por todo lo que había pasado o por sus palabras simplemente. Fuera por lo que fuese, no fue capaz de inmutarse, ni un gesto, ni un movimiento, ni una mínima expresión en su cara que dijese algo.

Le hubiese encantado replicar, protestar y pelear; ahora, justo ahora, ahora que ya se había hecho a la idea de que todo había acabado le salía con esas. Era un tarado, un tarado por no poder decirle que no cuando ella le besó.

Le costó reaccionar, bastante, pero ella no cedió, en el momento en que sus labios tomaron los suyos, no los soltó, e insistió y perseveró hasta que él se dejó llevar.

En aquel momento dejó de pensar, todos aquellos motivos que se había estado repitiendo una y otra vez por los que la tenía que odiar, ahora parecían minúsculos al lado de lo que la extrañaba. Solo que hasta el punto en que le había besado, no había sabido hasta entonces cuanto era que la extrañaba, y ahora sabía que era tanto, era hasta tal punto que asustaba. Tomó sus labios con necesidad, con un ansia que parecía no ser saciada, pero con delicadeza, con mucha ternura, como si fuese una muñequita de cristal, que al mínimo roce se rompiese en mil pedazos.

Entonces Lali comprendió todo, en un momento había llegado a pensar que podía rescatar lo bueno de su pasado y convertirlo en su presente borrando lo malo. Ahora entendía su error. Los buenos momentos del pasado, eran cosa del pasado, y nunca volverían, pero no porque no pudiese, sino porque ya no quería. Porque ni el máximo recuerdo que ahora tenía, que en su momento podía haberlo considerado el mejor de su vida, no podía igualarse a aquello. A su presente, y a lo que sabía que quería que fuese su futuro. Un presente y un futuro, que ella misma había jodido.

El beso se rompió cuando Peter notó las lágrimas que caían por su mejilla. A pesar se separó unos centímetros, y al abrir los ojos, se topó con su mirada. No hicieron falta palabras.

Peter la abrazó, y secó sus lágrimas con sus labios, depositando un beso sobre cada una de ellas. Lali cerró los ojos. Las lágrimas terminaron, pero los besos no pararon. Aquel beso había vuelto a despertar algo en él, algo que había estado dormido desde el momento en que se habían peleado de aquella forma, y aquel bloque de hielo que había construido, parecía haberse derretido de golpe.

-No llorés más chiquita, no llorés que me partís el alma –susurró rozando su nariz con la de ella

Lali abrió los ojos, y clavó su mirada en la de él. Los ojos de ella estaban húmedos y brillaban, sus labios tornados, decaídos.

-Te amo, mi amor, sos lo mejor y más importante que me pasó en la vida –murmuró ella, con la voz entre cortada, en un hilo de voz, notando con las lágrimas volvían a caer. Se había arrepentido de cosas en su vida, pero nunca hasta tal punto de sentirse como se sentía en ese momento.

Peter se mordió el labio por un costado, observándola en silencio. Claro que llevaba desde que pasó todo queriendo verla arrepentida, queriendo que fuese a buscarle, pero en ese momento se odiaba a sí mismo por haber deseado verla así.

No supo con exactitud en el momento la distancia entre ellos se volvió a acortar, en qué momento ambos estaban de nuevo fundidos en un beso, devorándose el uno al otro. Quién era quien había iniciado aquello, ni en qué momento había comenzado. Solo sabía una cosa, no quería que acabase, nunca más.

14 comentarios:

  1. Maaas tiernos. Que lindo que ya no estén peleados
    @gaslitervetrac

    ResponderEliminar
  2. urehgsuhfdughri ME ENCANTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO ! porfaaas quiero que subas un cap YA !

    ResponderEliminar
  3. dale dale, subi otroooo ! me encnata

    ResponderEliminar
  4. ai noooooooooooo! que bonito capiitulo ! que vuelvan y que peter cuide a lali de pablooooooo

    ResponderEliminar
  5. otroooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo :) jejejejej

    ResponderEliminar
  6. Hola Pase A Ver Tu Novela Y Me Encanto ! Dale Subi Rapido !

    ResponderEliminar
  7. Son unos tiernos estos dos, estoy enamorada de como describes a la pareja! Sos muy buena escribiendo, tenes talento. POSTA!!
    Me encanta que haya pasado esto, pobre Lali, pobre Peter. Se necesitaban tanto y Lali por miedo se fue con Simon y Peter por celoso no la ayudo a alejarse pero ahora esta todo bien y me encanta.
    Besos

    ResponderEliminar
  8. hola! es te re buena la nove no dejes de subir me copo demaciado tu nove seguilaaaaaaaaaa!

    ResponderEliminar
  9. aaaaaaaaaaaa, más tierno Peter cuidando a Lali. ♥ Que bueno que Lali logro entender mejor su vida y lo que quiere de verdad. Ojala ahora sea enserio y deje el pasado de una vez. Quiero másss :)

    ResponderEliminar
  10. ¡Mááás tiernos! Así SÍ ♥

    ResponderEliminar
  11. aaaaa ME ENCANTO que tierna Lali , subi maaaaaaaaaaaaaaaaas

    ResponderEliminar
  12. Re tierno !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    Se vine se viene me parece !!

    Besoss
    leti2311

    ResponderEliminar